Dormir la siesta es bueno para evitar la depresión en los más chicos

Técnicamente hablando, una siesta consiste en descansar un rato (generalmente entre 30 y 45 minutos) después del almuerzo.

Colombia.com - Vida y Estilo
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Técnicamente hablando, una siesta consiste en descansar un rato (generalmente entre 30 y 45 minutos) después del almuerzo.

Un nuevo estudio encontró que esta agradable costumbre es especialmente importante en los niños pequeños, ya que los chicos que dejan de lado la siesta tienen más posibilidades de sufrir de depresión, ansiedad e hiperactividad.

Técnicamente hablando, una siesta consiste en descansar un rato (generalmente entre 30 y 45 minutos) después del almuerzo.

Sentir sueño después de una comida es bastante normal, en parte porque la sangre se dirige principalmente al sistema digestivo pero también porque pasaron varias horas desde que sonó el despertador.

En los niños de edad preescolar la siesta es casi una cita obligada. Sin embargo, algunos padres creen que es mejor mantenerlos despiertos para que descansen mejor durante la noche. Los investigadores de Estados Unidos encararon este estudio para analizar la verdadera importancia de la siesta en los pequeños.

La investigación del sueño

Se tomó información detallada de un amplio grupo de niños de entre 4 y 5 años y se los dividió en dos: el 77% de ellos solía hacer una siesta mientras que el 23% restante permanecía despierto todo el día.

Los bellos durmientes dedicaban un promedio de 3,4 días por semanas a su siesta.

Sus patrones de siesta y vigilia se investigaron a fondo a través de un actígrafo, que es un pequeño dispositivo eléctrico que mide los ciclos de actividad y descanso de las personas.

También se habló con los padres y niñeras para averiguar datos claves, como la hora en que se despertaban, los patrones de siesta, la conformación de la familia y el comportamiento de los niños.

La importancia de la buena siesta

Al analizar toda la información obtenida y escuchar en detalle el relato de los padres, los científicos concluyeron que los niños de 4 a 5 años que no disfrutan de una buena siesta tienen mayores niveles de hiperactividad, ansiedad y depresión.

Brian Crosby, el autor principal, recalcó que ya se sabía por investigaciones previas que el mal o el poco sueño se asocian a hiperactividad, ansiedad y depresión en los niños, pero este nuevo estudio demostró la importancia de la siesta para que los pequeños tengan un buen día.

El profesional espera que sus conclusiones sirvan para que los padres y niñeras tengan en cuenta la importancia de la siesta: "Yo recomendaría a los padres que incluyeron un tiempo tranquilo de descanso en la rutina diaria, ya que esto permitiría que los niños duerman una siesta si así lo necesitan".

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