Conoce cómo son las mujeres infieles pero enamoradas

¿Viven las mujeres de la misma forma que los hombres sus infidelidades? ¿O son, como se oye a menudo, más romanticonas y, por lo tanto, menos dadas a ello?

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¿Viven las mujeres de la misma forma que los hombres sus infidelidades? ¿O son, como se oye a menudo, más romanticonas y, por lo tanto, menos dadas a ello?

El porqué y el cómo de los escarceos son, desde hace muchos años, objeto de estudio.

No sólo para los posibles detectives privados, sino también para los investigadores. De este modo, Thompson anunciaba en 1984 que el 42,2% de las mujeres y el 45,8% de los hombres confesaban haber tenido una relación extraconyugal. ¡Casi una mujer y un marido de cada dos! Por el contrario, en el estudio se reagrupaban bajo el término de «relación extraconyugal» las aventuras sexuales y las relaciones puramente emocionales.

Es decir, las aventuras amorosas, los «caprichos». Diversas investigaciones, todas de hace unos quince años, concluían que los hombres emprenden más fácilmente una relación estrictamente sexual. No así las mujeres, quienes son más dadas a las relaciones emocionales. Investigadores australianos se propusieron, por esta razón, determinar más precisamente por qué las mujeres emprendían una aventura y qué tipo de aventura era el más frecuente. ¡Casi nada!

¿Quién cambia de cama y por qué?

Primera conclusión, desoladora para las relaciones «estables»: las mujeres tienen con frecuencia, por no decir habitualmente, relaciones extraconyugales. Consuelo (en caso de que lo haya): Se trata normalemente de una relación afectiva, no siempre asociada a relaciones sexuales, que puede ser únicamente platónica. Sexo sí, pero ante todo corazón. De hecho, a las mujeres les cuesta «pasar al acto», o lo que es lo mismo, tener relaciones sexuales, pues ello exige una verdadera organización de la que no siempre son capaces. Sin embargo, los hombres funcionan al revés: sus relaciones extraconyugales son, por norma general, estrictamente sexuales, sin intención particular ni organización de tipo alguno. Se puede decir que la ocasión hace al ladrón.

De todos modos, incluso cuando sus aventuras toman un rumbo realmente sexual, las mujeres necesitan sentirse enamoradas: solamente un 1,8% de las mujeres infieles declaró haberse sentido únicamente implicadas sexualmente en su relación extraconyugal.

¿Qué les lleva a cometer una infidelidad?
Las mujeres nos dejamos influenciar fácilmente por la percepción que los demás tienen de la infidelidad, mientras que a los hombres les da lo mismo «lo que es correcto y lo que no» dejándose llevar por su propio instinto. De este modo, una mujer «tentada» caerá por una razón o por otra: sus amigas, su entorno. Si además su agenda le deja un hueco para las «aventuras», su decisión de vivir una pasión extraconyugal podría verse incrementada.

Otro factor determinante:
la satisfacción o la no satisfacción con respecto a su relación conyugal. La afirmación «mujer contenta no busca fuera» podría resumir el estudio. La satisfacción sexual proporcionada por la pareja parece, por el contrario, tener poca influencia. Esto explica por qué las relaciones extraconyugales femeninas tienen ante todo un componente emocional así como por qué el sexo no ocupa el primer lugar para ellas.