Invita a tu ángel de la guarda a hacer presencia en tu vida con este ritual

Los ángeles son criaturas con capacidades y poderes sobrehumanos. Según la creencia religiosa, estos seres habitan en un nivel de existencia más elevado que el universo físico, una región espiritual que la Biblia denomina el cielo.

El portal Catholic.net señala que “debido a su naturaleza espiritual, los ángeles no pueden, normalmente, ser vistos ni captados por los sentidos. Sin embargo, en algunas ocasiones muy especiales, con la intervención de Dios, han podido ser oídos y vistos materialmente, causando reacción de asombro y de respeto en quienes han presenciado dicha hazaña”.

Aunque no podamos verlos, muchos creyentes aseguran que siempre están presentes cuando los necesitamos, pero cuando no mostramos respeto y agradecimiento por su actuar, suelen alejarse. En ese sentido, es necesario realizar su llamado para que se manifiesten y puedan intervenir en nuestra visión de la vida. 

De acuerdo con El Clarín “la invocación y su práctica hacen que nuestra personalidad y nuestra alma se fundan en una unidad combinada y concentrada. Esto es algo que genera en nosotros una intensa sensación de realidad, de entusiasmo por la vida y produce, también, una energía radiante, magnética y dinámica”.

Por ello, si te sientes triste, frustrado o desanimado y no encuentras respuestas en la vida, puedes invocar a tu ángel de la guarda para que te ayude a hallar la luz y el camino correcto para continuar tu paso por la tierra en armonía. 

Adicionalmente, si sientes que estás en peligro, es una de las oportunidades ideales para invocarlo, pues te otorgará el valor al afrontar compromisos importantes o para enfrentarte ante situaciones límite.

Pero no solo se debe atraer en casos de desesperación y negatividad también podemos llamarlo para alegrar y proteger a nuestros hijos, para que nos ayude a vencer sentimientos negativos, o para liberarnos de malas energías en nuestro trabajo y nuestras relaciones.

Ritual para invocar a tu ángel de la guarda 

Una de las cosas más importantes para realizar este llamamiento es aferrarse al sentimiento de que no estamos solos y visualizar el acto mágico que está a punto de suceder. Una vez tengas claro esto puedes poner en práctica el siguiente ritual:

1. Ve a un lugar donde puedas estar en paz y entrar en contacto contigo mismo.

2. Elige una vela de color blanco y pon tu intención sobre ella.

3. Unge la vela con aceite esencial utilizando tus manos de arriba hacia abajo, es decir, de la mecha hacia abajo (en caso de no tener puedes usar aceite de oliva o aceite de bebé).

4. En caso de querer alejar malas energías debes realizar el mismo procedimiento en el sentido contrario.

5. Frota con tu mano derecha la vela y repite el procedimiento con tu mano izquierda y mientras tanto piensa en tu objetivo con este ritual. 

6. Escribe en la vela tu nombre o el de la persona a la que quieres enviarle la protección con un palillo de madera.

7. Si lo deseas, puedes anotar en un papel de color blanco el motivo de la invocación.

8. Enciende la vela y repite la siguiente oración: 

Te doy permiso de que el día de hoy entres a mi vida y me mandes todas las señales de abundancia,  de amor y de paz que quiero para mi vida. Te solicito para mi vida, para que esté llena de milagros y mi corazón esté lleno de ti.

Te doy permiso para que me sean mostrados todos los regalos que tienes para mi. Pongo mi día en tus manos y sé que ya será perfecto, pues tú estás cuidando de mi.

9. Quema el papel y deja que se consuma la vela por completo. Una vez culmines el ritual comenzarás a sentir la presencia de tu ángel guardián en todas sus formas.