Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Oración al arcángel San Rafael para resolver problemas angustiantes

En los casos desesperados y angustiantes, puedes recurrir al arcángel San Rafael para que te brinde su ayuda; te dejamos una oración para que puedas hacer tus peticiones.

Reza esta oración para resolver problemas desesperados y angustiantes. Foto: Shutterstock
Reza esta oración para resolver problemas desesperados y angustiantes. Foto: Shutterstock

En los casos desesperados y angustiantes, puedes recurrir al arcángel San Rafael para que te brinde su ayuda; te dejamos una oración para que puedas hacer tus peticiones.

El arcángel San Rafael es uno de los siete arcángeles que se encuentran junto al trono de Dios, y está siempre representado con la llama de color verde. Es conocido por ser el arcángel sanador, por la historia en la que sana la ceguera de Tobit; de hecho, su nombre significa “el Señor sana” o “medicina de Dios”.

Y aunque muchas personas suelen acudir a él por lo general en temas de sanación física, lo que pocos saben es que también es capaz de brindar protección y ayuda en momentos difíciles para lograr una sanación emocional, mental y espiritual. Es por esta razón que hoy te enseñamos una oración dirigida a él, compartida por el portal ‘Oraciones de Protección Cortas’, para resolver problemas desesperados y angustiantes.

Oración para resolver problemas angustiantes

Soberano Arcángel san Rafael, glorioso y bendito espíritu celestial que gozas de la visión beatifica y eterna del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo y de María Santísima y eres uno de los siete Arcángeles que están siempre presentes y tienen entrada a la Gloria de Dios, recibe con bondad estas mis súplicas y desde los Cielos envíame tus prodigiosos y efectivos rayos para que mi vida cambie para bien y sea mucho mejor.

Glorioso y bienaventurado Arcángel que eres digno de nuestra veneración y agradecimiento por lo mucho que nos das con tu asistencia y protección, por lo mucho que nos amas a los mortales, y por los muchos milagros que obras en nuestro favor, ya que eres fiel intercesor ante la Divinidad, te pido escuches mi ruego lleno de desesperación y seas mi gran amigo y benefactor: expulsa los males de mi cuerpo, aleja los peligros del alma y cuerpo, devuelve el vigor a mi dañado corazón y alivia las grandes penas y necesidades que me afligen.

Guíame, como lo hiciste con Tobías para que sepa encontrar el camino correcto, acompáñame para que nadie me pueda hacer mal protégeme para que ningún infortunio me afecte, dame consejo en las dudas y fortaleza en la debilidad, y lléname de paz y esperanza, de bienestar y tranquilidad en estos tiempos de tribulación.

Hoy te invoco con ilusión y llego hasta ti, mi bello san Rafael, para que me rodees en tus alas amorosas, me des tu milagroso auxilio en mi necesidad, y el consuelo y el alivio en todas mis aflicciones y enfermedades. Tú que eres fiel compañero y a tu lado todo es posible, te pido tu especial bendición y colaboración ahora que me encuentro triste y agobiado-a y no encuentro la salida para mis pesadumbres.

Tú que estas rodeando el Trono del Altísimo, ruégale por mis problemas, por mis dificultades, y, por la sabiduría que Dios te ha concedido, y apelando con todo mi corazón a la Misericordia Divina que nace del Padre, se expresa en el Hijo y se materializa en el Espíritu Santo, te pido que tengas a bien entregarle mis peticiones para que, si es su voluntad, me envíe su generosa ayuda: (decir el problema y lo que se quiere conseguir).

San Rafael Arcángel, guía Celestial, médico de nuestra salvación, ángel del amor Divino, acude a mí y dame fortaleza en las debilidades, devuélveme la alegría y las ganas de seguir luchando y haz que consiga lo que con gran fe y esperanza he solicitado.

Bendito ángel del dolor y de la curación, alivia y sana mis sufrimientos tanto los del cuerpo, como los del corazón y del alma; sé mi auxilio en este mi complicado caso que parece perdido ilumíname, ayúdame en mi desesperación, y consigue que se alejen mis angustias y desasosiegos.

Te lo pido en el nombre de la Santísima Trinidad y para mayor gloria de Dios, te lo pido por mi Madre Celestial, que es Reina tuya y mía. Gloria a Dios Padre, gloria a su Hijo único, gloria al Espíritu Paráclito, ahora y siempre por los siglos de los siglos. Amén.