Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Oración de San Efrén a la Virgen María para pedir dones

Hay una hermosa oración de San Efrén de Siria, dirigida a la Santísima Virgen María, para pedir que se te concedan dones y mucha alegría.

Oración a la Virgen María: reza para que te conceda dones en tu vida. Foto: Shutterstock
Oración a la Virgen María: reza para que te conceda dones en tu vida. Foto: Shutterstock

Hay una hermosa oración de San Efrén de Siria, dirigida a la Santísima Virgen María, para pedir que se te concedan dones y mucha alegría.

San Efrén de Siria, doctor de la Iglesia, fue un profesor de la fe católica, orador, comentarista y escritor eclesiástico, que dedicó toda su vida a incrementar sus conocimientos sobre la Biblia y sobre los misterios de la fe; se le conmemora cada 09 de junio.

Este hombre siempre fue un gran seguidor de la Virgen María, y esto queda en evidencia en la notable veneración en cada uno de sus escritos; precisamente, a él se atribuye una hermosa oración a la Madre de todos, en la cual se le socita pueda conceder dones y alegría, la cual fue compartida por el portal ‘Oraciones y Rezos’, y te compartimos a continuación.

Oración para pedir dones

Nobilísima y benigna Señora, Madre del Dios bueno, acoge las súplicas de tu siervo indigno, y con tus ojos de misericordia, tus entrañas de compasión, ejercítala conmigo, y aparta tus ojos de mis muchos pecados; renuévame todo por entero, y haz que sea templo del santo, vivificante y principal Espíritu, Virtud del Altísimo, que habitó en ti, y fecundó tu seno inmaculado.

Tú eres la auxiliadora de los afligidos, patrona de los atribulados y moribundos, salvación de los náufragos, puerto de refugio en las tempestades, valimiento y protección de todos los que gimen en la necesidad.

Concede a este siervo el don de compunción, la rectitud de pensamiento, la serenidad de juicio, sobriedad de inteligencia, templanza de ánimo, humildad de espíritu, afición a la santidad, contento en la parquedad; sean sus costumbres respetuosas y santas; que transparenten la modestia y el candor interior del alma, y la paz que dio nuestro Señor a sus propios discípulos.

Llegue mi oración a tu santo templo y al tabernáculo de tu gloria. Broten de mis ojos fuentes de lágrimas, y límpiame con mi llanto, purificando mi espíritu. Borra la lista de mis culpas, disipa las nubes de mi tristeza, la niebla de mis pensamientos, la perturbación y la tormenta de mis apetitos.

Aparta de mí su torbellino y consérvame sereno y alegre; ensancha mi corazón con amplitud espiritual, regocíjame y lléname de gozo; concédeme la alegría inefable, el gozo continuo, para que recorra con exactitud los caminos de los mandamientos divinos y obre con conciencia irreprensible, sin ofender a nadie.

Concede el don de la oración al que a ti te lo suplica, para que con pureza de intención medite asiduamente, noche y día, devota y atentamente, las palabras de las divinas Escrituras, y con alegría de espíritu ore por la gloria, honor y magnificencia de tu Hijo Unigénito y Señor nuestro Jesucristo, a quien se debe toda la gloria y honor y adoración, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.