Oración a la Virgen de los Dolores para aliviar molestias musculares
A la Virgen de los Dolores puedes rezarle para que te ayude a soportar o aliviar los sufrimientos diarios, como lo son las molestias musculares que te impiden llevar tu vida con normalidad.
A la Virgen de los Dolores puedes rezarle para que te ayude a soportar o aliviar los sufrimientos diarios, como lo son las molestias musculares que te impiden llevar tu vida con normalidad.
Cada 15 de septiembre se celebra la fiesta de Nuestra Señora de los Dolores, donde se recuerdan los 7 dolores por los que tuvo que atravesar la Virgen María en diferentes momentos de su vida, mientras estaba de forma inigualable a Jesús.
Esta conmemoración inició luego de que la Santa Madre se le apareciera a Santa Brígida en 1320 con su corazón herido por 7 espadas, manifestándole que quienes le rezaran y recordaran estos dolores, serían merecedores de 7 gracias especiales.
Es por esta razón que puedes solicitar su ayuda para aliviar cualquier pena o molestia que poseas, pues ella mejor que nadie sabe lo que significan estas experiencias, incluso si se trata de un dolor en alguna parte del cuerpo. Hoy te enseñamos una oración para combatir los malestares musculares, compartida por el portal ‘Fieles a Dios’.
Oración contra dolores musculares
¡Oh! Madre mía, nuestra Señora de los Dolores, en esta oración te presento todas mis necesidades. A ti vengo con mis angustias, tristezas también desgracias, madre mía de los Dolores, Señora de los caídos, Señora que tanto sufriste al ver a tu Hijo mortificado, insultado, y finalmente muerto en la Santa Cruz para salvarnos.
Señora y Madre nuestra, que estabas tranquila y fuerte junto a la cruz de Jesús, y ofrecías tu Hijo al Padre para la redención del mundo, acoge de todo corazón mis plegarias. Madre Adorada, otórgame una verdadera penitencia de mis pecados, sobre todo ver un sincero cambio en mi vida.
Nuestra Señora de los Dolores, que viviste en todo momento en el sufrimiento de Nuestro Señor Jesucristo, continúa también presente en mis sufrimientos para sanarlos poco a poco con tu amor divino. Madre mía, que por tu bendita clemencia representaste a los pecadores, nunca dejes de cobijar mi alma en desconsuelo, en la ofensiva espiritual que en estos momentos estoy pasando todo el tiempo.
Madre mía, Santa Señora de los Dolores, no me desampares en los sufrimientos, mucho menos en dolores; ayúdame y al mismo tiempo guíame, envuélveme en tu manto sagrado. Dios te salve, Reina y Madre de Misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; a ti aclamamos los hijos pecadores de rodillas arrepentidos, pidiendo el perdón de los pecados.
Oh! Madre amada, Señora nuestra, vela por tus hijos con tus ojos misericordiosos; después de este exilio, muéstranos a nuestro señor Jesucristo, fruto bendito de tu vientre. Piadosa y bendita siempre Virgen María, madre mía, permanece con nosotros, permite que logremos cambiar las disputas por éxitos, además de los sufrimientos por gozos.
Madre mía, pide por nosotros, bendita y alabada por siempre. Virgen santísima que no eres sólo la Madre de los dolores, sino también la Señora de todas las reconciliaciones, nuestra Señora de los Dolores, Madre nuestra, fortaléceme en todo momento, fielmente te lo pido Madre amada. Amén.