La mascarilla con dos ingredientes que reduce las manchas del rostro
Lucir un rostro bello y terso es posible usando ingredientes naturales.

Lucir un rostro bello y terso es posible usando ingredientes naturales.
Las manchas en el rostro son un problema común de la piel. Aunque pueden ser inofensivas, en muchos pueden representar un motivo de inseguridad, por ello es importante aprender a identificarlas y a tratarlas.
De acuerdo con expertos de Top Doctors, las manchas cutáneas son denominadas médicamente como hiperpigamentación, que aparece cuando el cuerpo produce un exceso de melanina provocando placas planas de un tono oscuro.
Existen múltiples tipos de manchas en la piel: las pigmentarias, que son causadas por la exposición solar sin protección; el melasma, que afecta al 90% de las mujeres embarazadas y la hiperpigmentación inflamatoria, que aparece al curar una lesión en la piel.
La aparición de manchas en el rostro es un proceso indoloro; sin embargo, muchas personas que sufren de hiperpigmentación pueden experimentar vergüenza o inseguridad al no poder disimular u ocultar este problema.
Las causas más comunes de este problema son la exposición solar, los factores genéticos, la edad, problemas hormonales y lesiones o infecciones cutáneas. Una de las mejores formas de prevenirlo es la aplicación diaria de protector solar.
Cuando las manchas son causadas por factores genéticos u hormonales, deben ser revisadas por un especialista para tratar la causa y atenuarlas; sin embargo, existen algunos remedios caseros que podemos poner en práctica para lograr un tono uniforme en la piel.
Según la web Belleza - Estética Natural, hay una receta con solo dos ingredientes que es muy efectiva para eliminar las manchas del rostro. Se trata del bicarbonato de sodio y el aceite de oliva.
Por un lado, el bicarbonato de sodio es exfoliante y tiene propiedades aclaradoras, lo que ayuda a eliminar las células muertas de la piel y limpiar los poros a profundidad. Por otro lado, el aceite de oliva es hidratante y regenerador.
Ingredientes
- 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharada de bicarbonato de sodio
- 1 cucharada de miel (opcional)
- 1 cucharadita de jugo de limón (opcional)
Preparación y aplicación
1. Mezcla el aceite de oliva y el bicarbonato de sodio hasta obtener una pasta homogénea en un recipiente pequeño.
2. Añade la miel y mezcla bien si deseas potenciar los efectos de la mascarilla.
3. Incorpora el jugo de limón a la mezcla.
4. Limpia tu rostro con agua tibia y jabón neutro y sécalo muy bien.
5. Aplica la mascarilla en todo el rostro. No olvides evitar el contorno de los ojos y los labios.
6. Deja actuar durante 15-20 minutos.
7. Enjuaga tu rostro con abundante agua tibia y seca con suavidad.
8. Aplica tu crema hidratante de preferencia para una piel más tersa.