¿Estar solo envejece?: nuevo estudio revela que la soledad acelera en envejecimiento biológico

La soledad y el aislamiento social son problemas comunes en la vejez. Aunque para muchas personas pueda parecer inofensivo el hecho de estar solos, la realidad es que tiene muchos efectos nocivos para la salud y el bienestar.

Según la Organización Mundial de la Salud, “el aislamiento social aumenta significativamente el riesgo de una persona de morir prematuramente por todas las causas, un riesgo que podría rivalizar con el del tabaquismo, la obesidad y la inactividad física”. 

Entre las consecuencias más comunes de la soledad están la aparición de trastornos mentales como la demencia, la ansiedad y la depresión; sin embargo, estudios recientes han demostrado una relación entre la falta de interacción social con un envejecimiento biológico acelerado. 

De acuerdo con un extenso informe difundido ministro de Salud Pública de los Estados Unidos, Vivek Murthy, la soledad crónica tiene un efecto en el cuerpo comparable al de fumar 15 cigarrillos al día.

La investigación realizada con el análisis de datos de 280,000 adultos que recibieron atención ambulatoria entre 2019 y 2022, publicada en revista científica Journal of the American College of Cardiology, reveló que el aislamiento social está estrechamente relacionado con el envejecimiento biológico acelerado.

Según los investigadores, las personas que permanecen solas mucho tiempo presentan una diferencia considerable entre su edad cronológica y su edad biológica. El análisis se realizó a través de una Inteligencia Artificial que evaluó la edad biológica y la edad cronológica de cada persona.

Al respecto, Amir Lerman, cardiólogo de la Clínica Mayo y autor principal del estudio, explicó que “el aislamiento social combinado con condiciones demográficas y médicas parece ser un factor de riesgo significativo para el envejecimiento acelerado". 

Pero la soledad no solo afectaría la edad biológica, sino que también aceleraría el envejecimiento físico de nuestro cuerpo. Según los Institutos Nacionales de Salud (NHI, por sus siglas en inglés), la falta de interacción social ocasiona un estrés silencioso que promueve la aparición de arrugas. 

Adicionalmente, los NHI explican que las personas que experimentan soledad comienzan a adquirir malos hábitos que aceleran el envejecimiento de las células, como el consumo de tabaco y alcohol.