La zanahoria es el secreto pa' un bronceado de revista y una piel super luminosa

La zanahoria es un aliado para la belleza aunque pocos conocen los beneficios que tiene, mucho consideran que definitivamente es una verdura perfecta para mejorar y sobre todo cuidar la vista, pero pocos saben que además de los beneficios para la salud te pueden ayudar a lucir perfecta, con la piel sana y del tono correcto. 

¿Te puedes broncear con zanahoria?

Aunque muchos creían que era un mito, en realidad la zanahoria es muy efectiva, y por años muchas mujeres han recurrido a ella para lograr el tono de piel perfecto, esto ocurre porque la zanahoria tiene betacaroteno, definido por ser un pigmento natural, al consumir zanahoria el cuerpo procesa la vitamina A y nos proporciona una piel sana, luminosa y uniforme y tiene otras propiedades:

• La zanahoria contiene mucha vitamina A, la cual favorece la producción de colágeno en el cuerpo. Esto significa que se trata de una hortaliza antienvejecimiento, por lo que ayuda a evitar las líneas de expresión y prevenir las arrugas. 
• Asimismo, la zanahoria ayuda a la piel grasa o con acné, ya que posee un efecto antioxidante y astringente. 
• Si padeces de piel enrojecida, comer zanahoria te ayudará a devolver el tono natural de la tez. 
• Esta hortaliza también es rica en vitamina E, lo que significa que tu piel estará siempre con un aspecto saludable. 
• Las zanahorias poseen un alto contenido en potasio, lo cual ayuda a mantener un óptimo grado de hidratación en la piel. 

Pero hay personas que le temen a la zanahoria, ya que existen mitos que aseguran que la piel se puede poner de color naranja, pero en realidad para que esto suceda se debe consumir zanahorias en cantidades exageradas y de forma regular. Por lo tanto, tener una piel bronceada gracias al betacaroteno es un proceso que debe perdurar en el tiempo.

Para la piel bronceada, suave, sana y luminosa basta con consumir 100 gramos diarios de zanahoria y mejor aún si son orgánicas, según el portal de belleza “Belleza Estética” es preferible consumirla cruda, en ensaladas y zanahorias, como así también, en sopas y purés. Por otra parte, combinarla con otros alimentos ricos en betacarotenos, como la calabaza y la espinaca, pueden ayudar a redoblar sus efectos.