Oración a San Juan Evangelista para solucionar problemas de amor

San Juan Evangelista fue uno de los apóstoles de Jesús, de hecho, uno de los más queridos por Él, pues se convirtió en un íntimo amigo y en numerosas ocasiones dio a conocer con palabras y hechos el aprecio que le tenía; precisamente, en la última cena, Jesucristo le confió el cuidado de su Madre, lo cual cumplió hasta tal punto de llegar a quererla como si fuera su propia progenitora.

Escribió el cuarto Evangelio, tres Epístolas y el Apocalipsis, y se le celebra el tercer día en la octava de la Navidad, el 27 de diciembre. En esta fecha y en cualquier otra oportunidad, puedes encomendarte a él para recibir su ayuda en diferentes situaciones, como en problemas amorosos, para lo cual hoy te enseñamos una oración que puedes dedicarle, compartida por el portal ‘Oraciones Milagrosas y Poderosas’.

Oración para problemas de amor

¡Oh san Juan Evangelista, glorioso Apóstol del Señor!, sabiendo que mis suplicas serán más agradables a Jesús si tú, que tanto le amasteis, se las presentáis, os suplico me guardéis bajo vuestra protección y no dejéis de darme la mano en mis problemas de amor.

Oh glorioso santo, el discípulo más amado de Jesús y en quien depositó su mayor confianza, pues cuando estaba agonizando en la Santa Cruz mirando a la Virgen le dijo: "Madre he ahí a tu hijo", dejándote en su lugar cual hijo, después dirigiéndose a ti te dijo: "hijo he ahí a tu Madre" y así recibiste el encargo de tomar bajo tu cuidado a la Virgen, a la que amaste como si fuera tu propia madre.

Yo te suplico, entrañable y virtuosos san Juan, enciendas en mí alma en el más vivo amor a Jesús, tu amado Maestro, y a su santísima Madre María. San Juan evangelista, por el amor tan grande que sentiste, por al afecto incondicional, puro y verdadero que le ofreciste, te ruego seas mi intercesor ante el Señor para que vuelva hacia mí sus bondadosos ojos, y me ayude en mis difíciles problemas amorosos.

Pide me ayude en las diferencias y alejamientos que tengo con la persona que amo, en los problemas que tanto duelen y me hacen sufrir, pide me socorra en las angustiosas circunstancias por las que estoy pasando en estos momentos, y que, con su habitual bondad, me conceda lo antes posible la gracia que tan ardientemente deseo: (decir con inmensa esperanza lo que se quiere obtener).

San Juan, testigo privilegiado de las obras y Palabras de Jesús, nuestro Señor, también te ruego con humildad y fe, me otorgues tu celestial protección en mi vida, que vigiles y cuides de mi familia, de mi hogar y trabajo, y que me alcances del Señor, que también yo, con el corazón libre de odios y lleno de caridad, sea hecho digno-a de estar siempre unido-a a Jesús cual fiel seguidor y discípulo suyo y a María Santísima, cual devoto hijo-a, aquí en la tierra para seguir siéndolo después eternamente y cantar sus alabanzas junto a ti en la Gloria Celestial. Amén.