San Joaquín y Santa Ana: oración para pedir lo que tanto necesitas

San Joaquín y Santa Ana, padres de la Virgen María y abuelos de Jesucristo, siempre se destacaron por ser fieles devotos, rezando con fervor y dedicándose siempre a cumplir la voluntad de Dios; de hecho, también destacaron por ser personas muy nobles y caritativas, teniendo en cuenta que ayudaban a los pobres y a los más necesitados.

Hoy, tú puedes gozar de dicha cordialidad y amabilidad, pues puedes solicitar su intercesión ante los cielos para que te sea cumplido eso que tanto quieres o necesitas; para ello, te dejamos una oración que puedes dedicarles, compartida por el portal experto ‘Oraciones a los Santos’.

Oración para una petición

Con humilde y devoto corazón llego hoy a vuestra presencia, ¡oh gloriosísimos abuelos de Jesucristo, Joaquín y Ana: esperanzado y con mucha fe, os suplico, seáis mis fieles intercesores para con Dios, a fin de que por vuestras heroicas virtudes me conceda lo que tanto deseo y vosotros no ignoráis.

¡Oh dichosísimo par, san Joaquín y santa Ana!, grandísima es la confianza que en vosotros tengo, creyendo que el clementísimo Dios no podrá negarse a mis instancias si os dignáis a patrocinarlas y recomendarlas, pues a medida de la soberana honra con que el eterno Padre os ha ensalzado entre todos los demás santos para dignísimos abuelos de su Unigénito, será ante el trono de su misericordia poderosa vuestra ayuda y amparo, y dichosos vuestros devotos.

Si el Hijo os hizo sobresalir, eligiéndoos como gloriosos padres de su Madre Santísima, no puede dejar de escucharos ahora en el cielo; y si el Espíritu Santo os ha reconocido por tan rectos, que entre todos los justos de la ley antigua os escogió por manantiales de la gracia, ¿cómo os rehusará lo que pidiereis para mí, pobre pecador?

Y finalmente, si la Santísima Trinidad os ha honrado en la tierra, más que a otros santos, sin duda ahora en el cielo querrá complaceros y acceder a vuestra súplica. Por esto vivo seguro-a, tengo la tranquilidad, ¡oh santos protectores míos, Joaquín y Ana! de que rogando vosotros por mí, indudablemente seré consolado en mis apuros y dificultades.

Oídme, piadosos abogados míos, y rogad a Dios por mí. Llegad confiados al trono de la Santísima Trinidad, y pedidle por su infinita bondad que tenga misericordia de mí. ¡Oh amantísimos, benignísimos y caritativos patronos míos, Joaquín y Ana!, oíd mi oración, alcanzándome lo que pido: (decir lo que se necesita conseguir por la mediación de estos amorosos y benditos santos).

Os encomiendo mi petición desde lo más profundo de mi corazón y ruego que os acordéis piadosísimamente de ella. Hablad a vuestro dulcísimo Nieto diciendo: Amantísimo Jesús apiadaos de este humilde ser angustiado, y concededle lo que tan fielmente solicita; escuchadle por la mucha confianza que en nosotros deposita, sin permitir que se vaya desconsolado. Gracias santos míos por atender mis ruegos. Os lo pido por Jesucristo Nuestro Señor y hermano. Así sea.