Reportero se llevó tremendo susto en vivo al ver que las puertas de la morgue se abrieron solas

El trabajo periodístico lleva en muchos casos a los profesionales a presenciar actos de toda índole, desde historias emotivas, pasando por hechos desgarradores, hasta sucesos de terror. Este último fue el caso de un periodista que no ha podido olvidar lo que le sucedió hace 10 años mientras ejercía su labor. 

En fechas recientes, el comunicador conocido en redes sociales como @dafioficial0 o “El Barón Oficial”, compartió a través de su cuenta de TikTok un video que se popularizó rápidamente en la plataforma por lo extraño del caso. 

El hombre escribió sobre las curiosas, misteriosas e intrigantes imágenes: “Éste es el video de cuando hace 10 años se me abrieron las puertas de la morgue, parecía algo casual, ahora sólo veo….”

En la grabación se observa cómo este periodista está haciendo un reportaje a las afueras de una morgue, denunciando las precarias condiciones en las que se encuentran los cuerpos, cuando de repente ocurre algo muy inesperado. 

El Barón Oficial había sido enviado a dicho lugar para hacer un trabajo periodístico, pero justo antes de entrar a donde estaban los cuerpos sin vida se pudo apreciar en el video cómo de la nada el candado se abrió, sin ningún motivo aparente.

En ese momento, el reportero uruguayo se encontraba dando la introducción de su nota diciendo: “Bueno, estamos al interior de la morgue del hospital de Clínicas y las condiciones en las que se encuentran los cuerpos ya sin vida, son complicadas, les invito a que vean estas imágenes” y cuando ingresó al lugar parece que algún ser extraño le abrió la puerta.

De forma muy profesional, el hombre solo mostró una leve sonrisa y continuó haciendo su trabajo, manifestando que se sentía un olor nauseabundo. También narró que era escalofriante ver cómo los cuerpos se encontraban unos encima de otros. “Existe un foco de infección para los que trabajan y también para los que circulan por este lugar”, concluyó.

Para muchos, lo inquietante del caso es que el candado se apreciaba bien cerrado en un principio y también que detrás de la puerta de la morgue no había nadie, ya que en el momento de la grabación solo estaban el comunicador y el camarógrafo.