Por: Redacción Vida y Estilo • Colombia.com

Se me lengua la traba

Y allí está ese chico o chica que tanto te gusta, no sabes qué hacer, te conviertes en una montaña de nervios y sudas frío; no te acercas porque las piernas te tiemblan como gelatina, no puede ser, me vio y viene caminando hasta aquí, ¡Dios, me voy a morir del susto!

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Que se le trabe a uno la lengua puede ser algo que produzca vergüenza. Foto: Shutterstock
Que se le trabe a uno la lengua puede ser algo que produzca vergüenza. Foto: Shutterstock

Y allí está ese chico o chica que tanto te gusta, no sabes qué hacer, te conviertes en una montaña de nervios y sudas frío; no te acercas porque las piernas te tiemblan como gelatina, no puede ser, me vio y viene caminando hasta aquí, ¡Dios, me voy a morir del susto!

En menos de lo que canta un gallo esa persona que te enloquece está frente a ti, lógicamente no puedes de la emoción y sientes que tu corazón se va a salir de tu pecho disparado como un cohete, tu cara parece un tomate gigantesco con un color parecido al de la lava que emerge de los cráteres de un volcán en erupción; han pasado tan solo unos segundos pero crees que ese instante parece eterno.

Te saludan y te preguntan no sé qué cosas porque ni siquiera puedes entender con tanto entusiasmo, tu cabeza te dice “Di algo porque van a creer que eres la tontería con pies”, te aprestas para que conozca tu melodiosa voz y : “bla, ble, blo, bli,bli, blu,blu,blu, blabe, bebi”.

Que se abra la tierra y me trague sin contemplación, qué oso más peludo, quisiera simplemente desaparecer.

Que se le trabe a uno la lengua puede ser algo que produzca vergüenza, no necesariamente puede ocurrir al dirigirse a un gran público, también se puede presentar en cualquier momento y en cualquier lugar y condiciones especiales como los nervios pueden jugarnos un momento embarazoso e incluso, ridículo.

Eso no importa cuando eres una persona con una personalidad a prueba de todo y lenguas trabadas, te reirás del asunto y lo recordarás como una anécdota divertida y listo, seguirás hacia adelante como una persona ganadora.

La gran mayoría de las veces no son los nervios o la emoción quienes nos traicionan, lo que verdaderamente falla es tener la lengua fría, es decir, hay que ponerla a calentar como cuando calientas tus músculos antes de practicar un deporte o realizar ejercicio físico y hacerlo con frecuencia no solo evitará que tus palabras se enreden sino que mejorarás tu pronunciación, lo cual te crea una imagen de seguridad.

Foto: Shutterstock
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“Parangaricutirimicuaro, otorrinolaringólogo y esternoclestomastoideo”, no es lenguaje de una antigua tribu, son palabras largas y propias del castellano conocidas como trabalenguas, que pronunciadas rápida y correctamente mejorarán tu dicción y pronunciación y harán que los demás vean en ti a una persona con carácter, inteligencia y mucho magnetismo.

Según algunos estudios, las personas con buena pronunciación y vocalización generan mayor atracción que quienes no la tienen, mejora el autoestima y crea una sensación de autoconfianza.

Practica trabalenguas y despierta admiración en todos gracias a tu claridad y contundencia al hablar y aquí te dejamos unos ejemplos para que sueltes la lengua mientras pasas un rato divertido en el que seguro soltarás unas cuantas carcajadas, no olvides que la risa es el mejor remedio de todos.

“Doctor, formúlemelo, formúlemelo, doctor”, “Camarero desencamarenómelo como un camarón desencamaronado porque el camarero se está descamaronando”

Nota:

Parangaricutirimicuaro es una deformación que sufrió la pronunciación del pueblo mexicano conocido como San Juan de Parangaricutiro.

Otorrinolaringólogo es el profesional de la salud especializado en oído, nariz, garganta y cuello.

Esternoclestomastoideo es un músculo ubicado en la parte anterior y lateral del cuello humano.