Acetaminofén vs. Ibuprofeno: ¿cuál debes tomar según el dolor que quieras aliviar?
El acetaminofén y el ibuprofeno tienen usos distintos; aquí te contamos en qué se diferencian y qué dolores alivia cada uno de ellos.
El acetaminofén y el ibuprofeno tienen usos distintos; aquí te contamos en qué se diferencian y qué dolores alivia cada uno de ellos.
El acetaminofén, también conocido como paracetamol, y el ibuprofeno, son dos reconocidos medicamentos sin prescripción que muchas personas suelen tomar para aliviar distintos dolores del cuerpo; no obstante, aunque muchos creen que la diferencia entre ambos radica en que uno es más fuerte que el otro, lo cierto es que son recomendados para molestias específicas.
Lo primero que debes tener en cuenta es que, aunque son fármacos de venta libre, siempre será recomendable consultar con un profesional lo que debes ingerir, para que determine el producto y la dosis correcta; no obstante, si vas a tratar una dolencia en casa, debes tener en cuenta algunos detalles importantes.
La principal diferencia entre estos dos medicamentos es que el ibuprofeno es un antinflamatorio no-esteroidal, por lo que puede ser usado contra enrojecimiento e inflamaciones; por el contrario, el acetaminofén no tiene estas propiedades, y es la razón por la que puede no ser tan efectiva con torceduras, entre otras lesiones. Precisamente, la doctora Laura Salazar revela al portal de la Clínica Baylor Scott & White qué alivia cada uno de estos medicamentos.
Acetaminofén
El acetaminofén puede ser muy útil para tratar la fiebre leve o moderada, el dolor leve o moderado, el dolor de cabeza, el dolor muscular o el dolor de muelas; los adultos con función hepática normal pueden tomar hasta 1000 mg cada 8 horas, mientras que en el caso de los niños dependerá de su edad.
Ibuprofeno
El ibuprofeno, por su parte, es utilizado para la osteoartritis, torceduras o esguinces, la hinchazón, el dolor de espalda, gota, los calambres menstruales, entre otros padecimientos que causan fuerte dolor, fiebre alta e inflamación. Lo recomendable es seguir las indicaciones de la etiqueta, lo prescrito por el médico, o no superar los 800 mg por dosis o 2400 mg por día, con un tiempo considerable entre tomas.
Aunque el acetaminofén puede tratar perfectamente los dolores, cuando se trata de aquellos que son producidos por la inflamación, probablemente podría no ser muy efectivo; no obstante, en cualquier otra dolencia, lo ideal será siempre probar primero con este, antes que el ibuprofeno, pues es más seguro, teniendo siempre en cuenta que o recomendable siempre será consultar con un profesional de la salud.