Enfermedad crónica por comer sushi: el impactante caso de una joven que desconcertó a los médicos

El sushi es uno de los platos japoneses más populares en el mundo. En los últimos años, se ha convertido en una opción frecuente para quienes buscan una comida diferente, saludable y sofisticada; sin embargo, detrás de su aparente frescura y sabor exótico, existen riesgos que pocas veces se mencionan. 

Recientemente, se viralizó el caso de una joven que, tras consumir este alimento, desarrolló una enfermedad crónica que desconcertó incluso a los médicos que la atendieron.

Se trata de la historia de Yuli Vargas, una creadora de contenido en Instagram que decidió compartir su experiencia para concienciar a las personas sobre los riesgos de consumir este tipo de alimentos en lugares con higiene dudosa.  

¿Enfermedad por comer sushi?

Según su testimonio, su calvario inició un día que salió a comer y eligió sushi para almorzar. Días posteriores, comenzó a experimentar molestias y síntomas que la llevaron a acudir a urgencias donde le indicaron que padecía dos enfermedades.

La joven señaló que tras varios exámenes fue diagnosticada inicialmente con salmonella y tifoidea, dos infecciones provocadas por bacterias que afectan varios órganos, principalmente del sistema digestivo. 

“Pasé por muchísimos exámenes, intervenciones y, finalmente, una cirugía sumamente riesgosa (ningún cirujano quería operarme) en la que tuve que enfrentar la realidad: las probabilidades de salir viva del quirófano eran bajas”, escribió en una publicación. 

Yuli destacó que sufría dolores tan intensos, que ni siquiera los medicamentos más fuertes los podían calmar. Tras la cirugía, pasó varios días en la unidad de cuidados especiales, donde desarrolló una parálisis que afectó el lado derecho de su cuerpo a causa de una enfermedad aún no detectada.

La joven paso 16 días sin poder comer y con molestias en los nervios de los dientes, la cabeza, la nariz, las costillas y la espalda. Su situación era tan grave que tuvieron que alimentarla por sonda.

“La pusieron primero en un brazo y dolía muchísimo; finalmente tuvieron que colocarme una vía central en la yugular para seguir alimentándome, la cual terminó causando una infección varios días después y tuvieron que retirarla de emergencia”, agregó. 

Luego de múltiples procedimientos e intervenciones y muy poca mejoría, los médicos determinaron que Yuli padecía pangastritis, colitis moderada a severa, (TLP) y lupus eritematoso sistémico con afectación del sistema nervioso y del páncreas.

Gracias a este hallazgo, pudo recibir un tratamiento acertado y actualmente se encuentra en recuperación. “Intento volver a caminar, a comer y a moverme. Estoy aprendiendo más sobre el lupus y viviendo intensamente”, concluyó.