Corazón roto: experta en comportamiento humano revela el secreto para olvidar un amor
Si estás pasando por una ruptura amorosa, debes entender esto para superar más fácil la situación.
Si estás pasando por una ruptura amorosa, debes entender esto para superar más fácil la situación.
Las relaciones humanas, ya sea laborales, amorosas, familiares o de amistad, son muy complejas. Cada una representa un mundo completamente diferente, pues todos tenemos una personalidad y un carácter específico formado a través de vivencias a lo largo de nuestra existencia.
Una de las experiencias más dolorosas en cuanto a este tema son las rupturas amorosas. Cuando una pareja termina por una u otra circunstancia, es casi inevitable sentir la ausencia y el desapego, dos sentimientos difíciles de superar para muchos.
Pero según la experta en comportamiento humano Helen Fisher, antropóloga y bióloga estadounidense de la Universidad Rutgers de Nueva Jersey, existe una clave en concreto que puede hacer más llevadera una situación de este tipo y podría permitirnos superar un desamor de forma más rápida.
Fisher lleva más de tres décadas estudiando el amor romántico y las relaciones. A lo largo de sus años de investigación ha podido concluir que “nuestra reacción a una pérdida amorosa tiene que ver con una adaptación evolutiva”.
De acuerdo con la experta, las personas atraviesan por dos fases durante una ruptura amorosa: una de protesta y otra de resignación o desesperación. En la primera, la parte que se siente abandonada podría obsesionarse con regresar, llegando incluso a acciones desesperadas.
“Analizamos en un escáner cerebral a 15 personas que acababan de ser rechazadas, y encontramos actividad en la región cerebral básica para el amor romántico. Cuando te rechazan, sigues queriendo a esa persona. El amor romántico, de hecho, puede llegar a ser incluso más fuerte”, indica Fisher.
Ante esto, la antropóloga señala que el ‘látigo de la indiferencia’ podría ser la solución para olvidar a un amor, pues contrario a lo que se cree, lo opuesto al amor no es el odio, sino la indiferencia.
Fisher asegura en su investigación sobre el cerebro que el amor y el odio comparten circuitos cerebrales similares, mientras que la indiferencia pertenece a otro campo, por lo que esta última sería la clave para superar una ruptura amorosa mucho más rápido.
“El amor y la rabia están relacionados en el cerebro. La red básica de la ira está estrechamente conectada con centros del córtex prefrontal que anticipan recompensas, incluida la recompensa de conquistar a la persona amada”, señala.
Pero una vez se supera la rabia, estamos listos para la indiferencia que nos lleva a dejar atrás ese amor. “Y finalmente nos enfrentamos a una segunda fase de resignación o desesperación. Estamos hechos para sufrir cuando el amor fracasa: primero para lamentar su marcha e intentar recuperar a esa persona, y después para rendirnos por completo, sacudirnos el polvo y reorientar nuestra energía para volver a enamorarnos”, concluye.