Chapecoense de Brasil: 7 años de la partida de los eternos campeones

El 28 de noviembre no es una fecha feliz para el fútbol porque la alegría del gol y la felicidad de una hinchada fiel y que siempre sueña, se oscureció en las montañas antioqueñas cuando hace 7 años el Chapecoense de Brasil se hizo eterno.

Los detalles de un siniestro aéreo que le costó la vida a toda una plantilla de fútbol son bien sabidos y horas enteras de programas de televisión han ilustrado todo lo relacionado con una tragedia de la que el mundo del fútbol todavía no se repone.

Hoy muchos no quieren recordar los instantes trágicos, ni maldecir contra una montaña, una tierra o un país, porque la tierra en la que se apagan las vidas humanas no es culpable; hoy 28 de noviembre el homenaje para todos los fallecidos del Chapecoense, directivos, periodistas y empleados de la empresa de aviación, se hace con la sonrisa más sincera, la sonrisa que el fútbol hace brotar del alma.

Chapecoense no perdió una final, tampoco perdió la final del partido de la vida, sencillamente es el campeón de todos porque se hizo inmortal haciendo felices a sus hinchas y ganándose la admiración de todos aquellos al que el deporte más hermoso del mundo los mueve.

Atlético Nacional, el equipo al que debería enfrentarse el onceno de Chapecó, supo desde que se conoció la absurda noticia de su desaparición, que nada era más justo que tener un gesto que acercara a los jugadores brasileños con una copa que les sería entregada en el mismo cielo.

7 años después el equipo verde de Colombia, verde como el Chapecoense y hermanado de por vida con su afición, la que en gratitud ondea una bandera colombiana en los estadios en los que juega, no dejó pasar esta fecha que prefiere dedicar a la grandeza y no a la tristeza.

“7 años eternos campeones. ¡Hermandad por siempre!”, publicó Atlético Nacional en su perfil de la red X con una foto en negro relativa al homenaje que le brindó a cada uno de los fallecidos.

Atlético Nacional fue finalista en la primera edición de la Copa Sudamericana y en 2016 llegó nuevamente a una instancia final con un fútbol brillante luego de ser campeón de la Copa Libertadores, hubiese podido quedarse con ese título ante la ausencia de su oponente, pero prefirió ayudar a Chapecoense a convertirse en los eternos campeones.

Chapecoense lucha por volver a primera división y recobrar los días gloriosos protagonizados por quienes se fueron a la eternidad en una montaña del departamento de Antioquia en Colombia, esa tierra que juega al fútbol con una alegría hermana como la brasilera.