Mundial Sub20: Hay campeón inédito en Argentina. Durísima final en el torneo juvenil

Llegó el momento del partido de la definición, en Argentina. Allí, en el estadio Único Diego Armando Maradona chocaron las selecciones de Italia y Uruguay, como las únicas sobrevivientes del torneo y que decidirían, tras 90 minutos, cuál de las dos se consagraría como el mejor equipo del mundo, al menos en la categoría juvenil.

Más temprano la sorprendente selección de Israel se había impuesto a la de Corea, levantando así la meritoria medalla de bronce, aún más valiosa si se tiene en cuenta que la selección israelí debutaba en mundiales juveniles. Así pues, luego de 3 semanas de máxima exigencia, todo se reducía a un solo partido.

El balón rodó y de inmediato mostró qué selección buscaría y cual esperaría y daría prioridad en defensa. Uruguay manejó balón y oportunidades, dándole a los italianos apenas un par de posibilidades de acercamiento a la portería de Randall Rodríguez. Así se fue el primer tiempo, entre los intentos de los sudamericanos y el corte del juego de los europeos.

Para el segundo tiempo, el partido no mostró ningún cambio, al menos en lo que respecta a la forma en que se jugó. Los europeos insistían en un juego fuerte, muchas veces al borde del reglamento y los uruguayos siempre con la idea de romper el marcador e irse arriba. Sin embargo, el tiempo pasaba y parecía que ocurría igual que en la primera mitad, en donde la celeste no pudo desequilibrar el marcador.

Al 83, el italiano Matteo Prati sacudió a Fabricio Díaz y el árbitro consideró que era tarjeta roja. Desde el VAR llamaron y el central revisó, rectificando la decisión, concediéndole una vida más al conjunto del Mediterráneo. Apenas 3 minutos después cayó el primero del partido, en una jugada de táctica fija ofensiva y a través de Luciano Rodríguez, para este momento el mejor del partido.

Ni el marcador en contra, con el cronómetro en los últimos minutos, inmutó a los italianos que ya parecía que no tenían con qué ir a buscar el empate y un eventual alargue. Simplemente parecían estar en el terreno de juego, aguantando el final, lo que a la larga hicieron durante todo el encuentro. Glenn Nyberg, juez del compromiso, decretó 11 minutos de sufrimiento para los sudamericanos, que querían que se acabara ya.

En los últimos instantes, los dirigidos por Carmine Nunziata parecía que recordaban algo del buen juego mostrado en partidos anteriores, aunque no lograron ni disparar a la portería de Randall Rodríguez. La confusión y el caos reinaron en estos últimos segundos, con los uruguayos con el corazón en la boca, sólo querían el final, que llegó tras larguísimos 12 minutos y medio, convirtiendo de esta manera al sudamericano, en campeón del mundo, por primera vez.