Enfermedad X: el patógeno que podría provocar una nueva epidemia, según la OMS

En el año 2018, la Organización Mundial de la Salud (OMS) terminó de actualizar la lista de patógenos prioritarios que podrían causar brotes o pandemias, con la intención mejorar la inversión la investigación y el desarrollo de vacunas, pruebas de detección y tratamientos; precisamente, en el año 2020 el mundo se enfrentaba a la pandemia por la COVID-19.

Y es que, en aquella lista, para sorpresa de muchos, la OMS agregó lo que denominó la ‘enfermedad X’, “para referirse a un patógeno desconocido con capacidad para desencadenar una grave epidemia internacional”; de hecho, el coronavirus habría sido un claro ejemplo de este término.

Anteriormente, estaban incluidos “la COVID-19, la fiebre hemorrágica de Crimea-Congo, el ébola y la enfermedad por el virus de Marburgo, la fiebre de Lassa, el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS) y el síndrome respiratorio agudo severo (SRAS), la enfermedad por el virus de Nipah y las infecciones por henipavirus, la fiebre del Valle del Rift, el zika y la citada enfermedad X”.

Ahora, una nueva lista será publicada, en la cual se viene trabajando desde el año 2022, y nuevamente será agregada la ‘enfermedad X’, teniendo en cuenta que podría ser la causante de una nueva pandemia; de hecho, fue tema de conversación en el foro de Davos. Científicos y otros profesionales advierten que podría ser generada por un virus de gripe, un nuevo coronavirus, o algún nuevo patógeno que hasta el momento es completamente desconocido.

En esta última recopilación, la OMS trabaja con más de 200 personas expertas, analizando “el potencial pandémico de 30 familias virales y un grupo bacteriano. A diferencia de la lista del 2016, que se centraba en patógenos específicos, esta nueva lista incluirá familias enteras de virus (o bacterias) prioritarias, cada una con un patógeno prototipo conocido”, según explica el ‘Instituto de Salud Global de Barcelona’.

Con esto, la intención final radica en encontrar soluciones oportunas, incluso antes de que se presente el problema, por ejemplo, desarrollar, testar y producir una nueva vacuna contra el patógeno al que se refiere la ‘enfermedad X’, en máximo 100 días; posteriormente, poder repartirlas equitativamente en las diversas zonas del mundo, uno de los errores más grandes que se evidenciaron durante la contingencia sanitaria de la COVID-19.