Asesinan a un colombiano en población de Honduras cuando sacaba un ataúd de una funeraria

El caso del asesinato de un ciudadano colombiano tiene a las autoridades hondureñas investigando sus causas y las relaciones que este hecho delictivo pueda tener con actividad criminal permanente.

En la pequeña población costera, pero importante centro portuario de La Ceiba, fue asesinado un hombre de nacionalidad colombiana hace 7 días cuando salía con un ataúd a recoger un cadáver a la morgue de la municipalidad, debido a que él regentaba una funeraria en el lugar.

El hombre de nacionalidad colombiana y que vivía desde hace algunos años en la población de La Ceiba era reconocido por su actividad laboral y también por su apodo de ´el colombiano´ como era reconocido en el municipio.

Kenneth Hurtado Guerrero, el hombre de 43 años asesinado por sicarios que le propinaron varios disparos mientras se disponía a salir de su funeraria ´Príncipe de Paz´ con una caja mortuaria, vivía en Honduras desde hacía 12 años y se sabe que era originario del departamento de Antioquia.

Hurtado Guerrero contaba con antecedentes penales y en el año 2011 había sido capturado junto con otras personas cuando llegaron a Tegucigalpa, capital de Honduras, procedentes de San Pedro Sula, considerada la ciudad más importante del país.

Maletas con dólares

El ´colombiano´ fue capturado en 2011 junto con otros 3 ciudadanos colombianos cuando llevaban 5 maletas con falsos fondos en los que se escondían 780 mil dólares con los que pretendían viajar hacia Colombia, pero las autoridades les salieron al paso y eles confiscaron el dinero, los detuvieron y fueron llevados a juicio.

En el botín incautado los colombianos llevaban también otras divisas como pesos colombianos, pesos chilenos y colones de Costa Rica, dinero que no había sido registrado ante las autoridades constituyendo un delito.

Kenneth Hurtado Guerrero fue condenado a 11 años de prisión por lavado de activos y por no declarar el dinero ante la ley de Honduras, pero se encontraba en libertad mediante arreglos con la justicia hondureña y luego de ello se dedicó al negocio de las funerarias.

El cadáver de ´el colombiano´ quedó tendido junto al ataúd que pretendía sacar y el terror se apoderó de varias personas que a esa hora asistían a un velorio en la misma sala, quienes tuvieron que ver el momento en el que el gerente de la funeraria recibía varios disparos.

Días después se encontró un cadáver en las afueras del lugar y luego de identificarlo se supo que se trataba de un empleado de la misma funeraria y quien había tenido antecedentes penales siendo detenido por la Policía AntiMaras.

Las autoridades de Policía de Honduras tratan de determinar si estos dos asesinatos tienen alguna relación con ajuste de cuentas entre bandas delictivas.