Por: Stephanny Pinzón • Colombia.com

Colombiano fue capturado en el Salvador: lo señalan de pandillero por llevar un tatuaje en el pecho

Autoridades salvadoreñas alegan que el colombiano pertenece a una pandilla; sin embargo, su familia dice que fue capturado por llevar un tatuaje en el pecho. 

Fotos tomadas de redes sociales. Foto: Twitter Noticias Uno / @nayibbukele
Fotos tomadas de redes sociales. Foto: Twitter Noticias Uno / @nayibbukele

Autoridades salvadoreñas alegan que el colombiano pertenece a una pandilla; sin embargo, su familia dice que fue capturado por llevar un tatuaje en el pecho. 

En medio de la inseguridad que azota al país, cientos de colombianos han mostrado su admiración por el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien se ha destacado en los últimos meses por las masivas capturas contra pandilleros que llegan a una de las cárceles más grandes de Latinoamérica; no obstante, organizaciones como la Amnistía Internacional, insisten en que estos procedimientos van en contra de los derechos humanos.

A pesar de los múltiples cuestionamientos que se le han hecho al presidente Salvadoreño, ciudadanos han decidido migrar a ese país en búsqueda de vivir en medio de la política de seguridad que tanto alaban, ese es el caso de José Antonio Potes Cáez, un colombiano de 27 años que decidió llegar a El Salvador deslumbrado por la publicidad de Bukele.

El vallecaucano nacido en Río Frío tomó la decisión de abandonar su país con el fin de encontrar una mejor vida y mayores oportunidades laborales, sin embargo, su familia denunció que Potes hoy está en prisión e incomunicado por un tatuaje que lleva en su pecho, por lo cual habría sido capturado y enviado a la cárcel de El Salvador.

De acuerdo con sus familiares, Potes fue capturado al llegar al aeropuerto de El Salvador porque, según el argumento de los militares, el joven que, no tiene antecedentes penales en Colombia, pertenece a una banda llamada ‘mara 18 Colombia’; no obstante, sus familiares alegan que los señalamientos contra Potes se relacionan nada más que por su tatuaje. 

Todas las noches lloro. No me lo dejan ver por ese régimen que hay allá”, dijo Eliana Potes, madre del joven a Noticias Uno.

De acuerdo con los familiares del colombiano, su tatuaje es el nombre de su abuela y junto a este está la fecha de nacimiento y fallecimiento de ella, según su pareja no tiene nada que ver con las pandillas con las que se le está relacionando, razón por la que piden ayuda en medio de la angustia que viven por la falta de comunicación que tienen con él. 

Si bien para la mayoría de las sociedades los tatuajes son una marca que muchos deciden hacerse por gusto a este arte, autoridades salvadoreñas ven los tatuajes como un distintivo de los pandilleros. En ese sentido, el caso ha servido para recordar que algunos expandilleros que ya pagaron por sus delitos, están quemando su cuerpo para tratar de ocultar sus tatuajes. 

Lo anterior tiene relación con las autoridades que persiguen a cualquiera que parezca tener indicios de pertenecer a una pandilla, algo que bajo el estado de excepción de Bukele no se puede controlar porque no hay un debido proceso contra los detenidos, razón por la que es difícil explicar que ya cumplieron sus penas en la cárcel, es decir, cualquier persona que lleve tatuajes puede ser un posible capturado por el simple hecho de tenerlos.