¿Crisis en el Cónclave? Los cardenales estarían buscando un ‘superhombre’ para salvar a la Iglesia
El Cónclave está a punto de iniciar. Este 7 de mayo los cardenales se encierran para escoger nuevo Papa y estás son sus preocupaciones.

El Cónclave está a punto de iniciar. Este 7 de mayo los cardenales se encierran para escoger nuevo Papa y estás son sus preocupaciones.
El próximo miércoles 7 de mayo, 133 cardenales de 70 países se encerrarán en la Capilla Sixtina para iniciar el Cónclave que definirá al nuevo líder de la Iglesia Católica.
Aunque el rito es profundamente espiritual y simbólico, su trasfondo geopolítico nunca ha sido más evidente. El futuro Papa no solo deberá guiar a una Iglesia de 1.400 millones de fieles, sino enfrentar una compleja red de tensiones políticas, culturales y sociales que moldearán su pontificado desde el primer día.
¿El Cónclave podría elegir el primer papa asiático o africano?
Los cardenales electores, aunque divididos por lenguas, culturas y teologías, parecen coincidir en un objetivo común: elegir a un Papa capaz de restaurar la credibilidad de una institución milenaria afectada por escándalos de abusos, crisis financieras y el alejamiento de los jóvenes. “¡Necesitamos un superhombre!”, exclamó el cardenal William Seng Chye Goh, arzobispo de Singapur, al resumir el enorme reto que enfrentan.
Más allá del perfil doctrinal del próximo pontífice, el cónclave está atravesado por un reacomodo de fuerzas en el seno de la Iglesia global. África y Asia, las regiones donde el catolicismo crece más rápidamente en fieles y vocaciones religiosas, reclaman mayor protagonismo. “El centro de gravedad del mundo se está desplazando hacia Asia”, advirtió el cardenal Oswald Gracias, de India, aunque no participará del cónclave por superar el límite de edad.
Asia cuenta con 23 cardenales con derecho a voto, el segundo bloque más grande tras Europa, que conserva 52. En ese equilibrio de poder emerge una pregunta central: ¿debería el próximo Papa reflejar este nuevo rostro de la Iglesia y convertirse en el primero de origen asiático o africano? La elección del filipino Luis Antonio Tagle, uno de los candidatos más mencionado, podría ser la respuesta.
¿Qué se podría hacer con China?
Pero también se imponen dilemas diplomáticos, como el futuro de la relación con China. El acuerdo firmado en 2018 por el papa Francisco con Beijing sobre el nombramiento de obispos sigue siendo polémico. Para muchos, fue una concesión excesiva al régimen comunista en detrimento de los católicos clandestinos. El nuevo pontífice deberá decidir si mantiene esta política o da un giro.
Desde América Latina, donde reside la mayoría de los católicos del mundo, hasta Europa, donde la Iglesia pierde terreno, los cardenales sopesan tanto símbolos como estrategias. El cardenal Ambongo Besungu, de la República Democrática del Congo, lo resumió con claridad: “No estoy aquí por África, estoy aquí por la Iglesia universal”.
Mientras tanto, en el corazón del Vaticano, los “príncipes de la Iglesia” ya están listos para escuchar la Letanía de los Santos, tomar juramento de secreto y emitir sus votos bajo la mirada del “Juicio Final” de Miguel Ángel. Pero más allá de la solemnidad, el cónclave de 2025 será recordado por enfrentar una pregunta urgente: ¿cómo guiar una Iglesia global en un mundo profundamente fragmentado?