¿Nos envenenan desde el cielo? Cada día gana más adeptos la teoría Chemtrail

El mundo atraviesa por una situación delicada en la que muchos se encuentran aterrados y poco optimistas frente a la posibilidad de que el planeta Tierra entre en una etapa de no retorno y se acelere su fin debido al deterioro natural, la contaminación y el calentamiento global.

Mientras varias autoridades y científicos niegan el cambio climático en el planeta, otros aseguran que es una dura realidad que nos está llevando hacia la extinción sin que hayamos logrado ponernos de acuerdo y comenzar a desarrollar acciones efectivas para mejorar la situación.

En medio de las creencias sobre afectaciones y también experimentación que se realiza sobre el planeta y sus habitantes, hay una muy particular que tiene bastantes adeptos en el mundo y se trata de las estelas de humo que dejan en el cielo ciertos aviones y que tardan algún tiempo en desvanecerse.

La teoría Chemtrail o, como su traducción del inglés lo indica ´estela, camino o sendero químico´, es para muchos una estrategia conspirativa que pretende experimentar con los humanos y también con el medioambiente.

Sin que existan evidencias científicas, la teoría chemtrail se difunde rápidamente en el mundo y se refiere a las estelas de condensación que dejan los aviones al expulsar el vapor de agua, pero quienes creen en las teorías conspirativas consideran que lo que realmente se expulsa son materiales químicos que se usan para realizar diferentes experimentos, con la humanidad como conejillo de indias.

Los adeptos a la teoría consideran que los chemtrails se pueden diferenciar de las estelas de vapor de agua que dejan los aviones y los elementos químicos con los que cuáles se quiere experimentar, porque, por un lado, las estelas de vapor de agua se desvanecen rápidamente, pero los senderos o estelas químicas permanecen más tiempo en la atmósfera.

¿Para qué se crean los chemtrails?

Para los defensores de esta teoría, los chemtrails son generados desde aviones que vuelan a gran altura con elementos químicos que pueden servir para varios propósitos como el control mental, esparcimiento de enfermedades, sembrar nubes, causar infertilidad, dañar cosechas e influir en el clima.

Desde la orilla científica esta teoría está totalmente descartada por no tener bases científicas y se argumenta que puede tratarse de que se confunden con los cirros, formaciones similares a las estelas, pero que realmente son una especie de nubes.

La teoría parece tener más asuntos en contra que a favor porque no existen evidencias científicas y los miembros de la comunidad investigativa afirman que las supuestas ´pruebas´ de la real existencia de los chemtrails son explicables.

Una encuesta realizada por la Universidad de California en Irvine en la que 76 de 77 científicos afirmaron que no hallaron evidencias y que las consideradas ´pruebas´ por quienes creen en la teoría conspirativa se podrían explicar con facilidad.

La teoría conspirativa Chemtrails apareció a la luz del mundo en 1997 cuando el periodista William Thomas la difundió a través del programa de radio Art Bell, hoy en día la sigue defendiendo y cada día cuenta con más seguidores y convencidos de que se experimenta con la población.