Polémica en Ecuador por obra conmemorativa de la independencia ecuatoriana con un Pikachu

En el país ubicado en la mitad del mundo se preparan todo tipo de celebraciones en donde el orgullo patrio sale a relucir, pues un 24 de mayo de 1822 se inició un camino de vida independiente y de sentido de pertenencia.

Ecuador es país con un componente étnico indígena que hace parte de su idiosincrasia y también de su personalidad como nación, sus expresiones artísticas y culturales siempre tienen un concepto que hace honor a los ancestros, sin embargo, a veces aparecen algunos detalles imprevistos que generan polémica, porque tienen de todo, menos de autóctono.

En un caso que genera controversia en el hermano país un mural se ha convertido en la piedra, o mejor, en el muro de la discordia, porque en lugar de hacer homenaje a la tradición cultural, parece homenajear a un famoso personaje de la televisión cuyo origen esta muy lejos de la patria unificada que alguna vez soñó Simón Bolívar.

A un artista español se le encomendó la realización de un mural conmemorativo de los 200 años de la liberación ecuatoriana, el artista, Okuda San Miguel, famoso por combinar con gran colorido elementos modernistas y también propios de la cultura pop, realizó un trabajo que pocos esperaban y que ha desatado la admiración de muchos y el respeto de otros.

En la avenida 24 de mayo, una de las más emblemáticas de Quito, capital ecuatoriana, el artista realizó un mural en el que combinaba a las bordadoras tradicionales de la comuna quiteña de Llano Grande con Pikachu, sí, el famoso personaje de la popular serie Pokemon creada en 1996 que luego de ser un éxito mundial se convirtió en una franquicia que incluye videojuegos, películas, ropa, juegos de cartas y buena parte de artículos.

Las reacciones de los quiteños, y en general de los ecuatorianos, cuestionan la incursión del popular personaje en el mural, porque no se explican qué relación tiene con los conceptos tradicionales de la cultura ecuatoriana e indígena, concretamente con las bordadoras de Llano Grande, declaradas en 2020 como Patrimonio histórico de Ecuador.

El artista parece que se tomó una licencia creativa que poco aporta al concepto histórico y cultural, aunque por su obra, los personajes populares parecen ser la debilidad del español, que poca gracia han hecho en los ecuatorianos que esperaban algo más ‘autóctono’.

No es la primera vez que el artista español involucra a Pikachu en sus obras, por lo que se podía esperar que lo hiciera con el mural en Quito, las autoridades afirmaron que la obra se financió con capital privado y no público, y que no ha sido inspirado en la Batalla de Pichincha, sino que representa un homenaje creativo a las expresiones del patrimonio inmaterial simbolizado por las bordadoras tradicionales.