5 días perdidos en la selva del Vaupés por culpa de un promotor turístico estafador

La naturaleza colombiana es exótica y en la mayoría de las ocasiones atrae más a los extranjeros que a los propios colombianos, debido a que los nacidos en esta tierra tenemos algunos destinos tradicionales como los establecidos para los viajes, por eso, parajes como los que se encuentran en la selva no son los más apetecidos por los connacionales.

Con el paso de los años, realizar un turismo diferente se ha vuelto el deseo de muchos compatriotas, que, seducidos por la magia de selva amazónica colombiana se dirigen a agencias de viajes y personas dedicadas al turismo para pasar una temporada inolvidable.

Lo que parecía un viaje de ensueño terminó convertido en una verdadera pesadilla para un grupo de viajeros que se dirigieron al Vaupés, pero resultaron estafados y además perdidos en la selva a bordo de una precaria canoa.

Once viajeros pagaron un poco más de 3 millones de pesos por un viaje al Vaupés, el cual consistía en un recorrido por la selva a bordo de una embarcación cómoda y adecuada con un experto guía, sin embargo, tuvieron que desplazarse en una canoa con un motor en mal estado.

La oncena de viajeros entregó a un hombre, que supuestamente era un experto y reconocido promotor turístico de la región la suma total de 42 millones de pesos, el viaje consistía en dirigirse inicialmente hasta Mitú, la capital del departamento del Vaupés y luego viajar en una avioneta hasta el corregimiento de Buenos Aires en la mitad de la selva y devolverse en lancha.

El recorrido en lancha, que debía ser de 3 horas terminó siendo de 14, además el promotor dejó al grupo de viajeros con dos guías indígenas, supuestamente de su confianza. Arribaron a una zona en total oscuridad y como si fuera poco se les pidió pagar por el transporte, el cual se suponía, ya estaba cubierto.

Los supuestos guías de confianza no conocían la zona, y luego de deambular en lancha, lograron llegar a tierra firme, y allí, con ayuda de un GPS llegaron a un punto en donde se encontrarían con el promotor, que volvió a quedarles mal.

Después de 5 días comiendo muy mal y cansados de caminar llegaron los viajeros a San José de Cananarí, una pequeña población del Vaupés, allí preguntaron por el promotor y les dijeron que era un ladrón que los había estafado también.

Gracias al aparato satelital que sirvió al grupo para orientarse, lograron ser evacuados de la zona por un europeo conocedor del lugar y enviados al corregimiento de Buenos Aires, lugar en donde inició la odisea; desde allí retornarían a Mitú.

La mamá del estafador los recibió llorando y pidiendo perdón porque su hijo se convirtió en estafador, el grupo tuvo luego que desembolsar una millonaria suma para coordinar avionetas para salir del Vaupés, por lo que el viaje no solo salió muy caro, sino que se convirtió en la pesadilla más grande para los viajeros.