Chiste con una motosierra le salió caro a un taxista en Medellín

8 salarios mínimos diarios legales vigentes, es decir, unos 242.273 pesos, tendrá que pagar un taxista en la ciudad de Medellín, capital del departamento de Antioquia por realizar una broma que algunos pensaron se trataba de una riña.

Había una fila de taxis esperando clientes en la capital de la montaña, generalmente quienes se parquean esperando la carrerita son colegas y conocidos que matan el tiempo de espera conversando, jugando cartas y tomando tintico, y para ponerle un poquito de chiste a la rutina, un taxista decidió jugar con una motosierra que tenía en su auto y acercarse al mejor estilo de una película de terror.

En Colombia las motosierras tienen una triste y aterradora connotación, pues con estas no solo se talan los bosques, sino que solían ser la herramienta de muerte preferida por grupos paramilitares en los años 90 y principios del siglo XXI, un aparato cuya presencia y sonido despiertan las más desagradables sensaciones.

El taxista bromista decidió convertirse en Jason, un personaje de películas de terror que usaba una motosierra y algún vecino creyó que se trataba de una riña entre taxistas, de manera que llamó a la línea 123 de emergencias de la policía, quienes enviaron un par de elementos que pronto llegaron al lugar y encontraron al hombre jugando a ser el aterrador protagonista, pero de una broma, porque el hombre no quería causar más que un poco de risa entre sus amigos.

Los uniformados que llegaron a atender el asunto tuvieron que aplicar el Código de Policía, que en el artículo 27 de la ley 1801 en el numeral 6, indica que portar armas, elementos cortantes o semejantes en áreas comunes o lugares abiertos acarrea una multa de 8 salarios mínimos diarios legales vigentes, unos 242.273 pesos.

El bromista conductor de vehículo de transporte público es además un negociante de maquinaria agrícola, por tal razón contaba con la motosierra y había encendido este aparato para jugar y bromear con sus compañeros, pero el chiste le salió caro porque recibió una multa y deberá acatar las recomendaciones de la autoridad, porque una broma hubiese podido terminar en una tragedia para quien porta la motosierra como para los demás.