Acusado de 75 falsos positivos, coronel militar se convertiría en el primer condenado de alto rango por la JEP

El pasado 7 de julio de 2021, la Jurisdicción Especial para La Paz (JEP), declaró como máximos responsables de 127 asesinatos y desapariciones forzadas de personas señaladas de pertenecer a las guerrillas, en medio de una alianza criminal entre militares y paramilitares en el norte de Cesar y el Sur de la Guajira, a 15 miembros del ejército. 

Entre los acusados a través del auto 128, emitido por la JEP, están: dos tenientes coroneles, tres mayores, un teniente, dos subtenientes, dos sargentos primero, un sargento viceprimero, un cabo tercero y tres soldados profesionales.

Uno de los imputados fue el coronel retirado Publio Hernán Mejía Gutiérrez, a quien se le atribuye responsabilidad en 75 asesinatos cometidos por el Batallón La Popa entre enero de 2002 y diciembre de 2003, cuando él era el comandante de dicha unidad militar.

Luego de contrastar la información, se determinó que el exfuncionario del ejército “tuvo liderazgo y contribuyó de manera esencial en el diseño y la implementación del plan macrocriminal encontrado por la Sala, por la conformación y dirección de la organización criminal que se creó dentro del Batallón La Popa, dedicada a la comisión de asesinatos y desapariciones que fueron presentadas como bajas en combate, y por la alianza establecida con grupos paramilitares de la que se valió dicha organización”, así lo determinó la JEP.

Por este motivo, en fechas próximas la Justicia Especial acusará a el excomandante, quien podría pagar hasta 20 años de cárcel y se convertiría en el primer militar de alto rango condenado por estos delitos. 

Hace algunos días, la JEP le notificó a Mejía que será llevado a juicio, pues “cuenta con elementos materiales probatorios, evidencia física e información legalmente obtenida, que le pueden afirmar, con probabilidad de verdad, que durante el tiempo en que ostentó la comandancia del Batallón de La Popa, entre el 9 enero de 2002 y el 8 de enero de 2004, desapareció y asesinó a personas en estado de indefensión para presentarlas como resultados operacionales ficticios”.

El hombre se había acogido a la JEP, pero al no aceptar su responsabilidad en los falsos positivos, la sala de reconocimiento pidió a la Unidad de Investigación y Acusación que llevara el caso para que finalmente determinara su responsabilidad.

Según el tribunal, “los comandantes de pelotón daban órdenes de instalar los retenes, detener a personas con determinados perfiles y distribuían tareas para preparar a las víctimas con el propósito de simular el combate. Así, miembros de la tropa se encargaban de vigilar que no se escaparan, otros las vestían y las conducían a los lugares seleccionados para el supuesto combate, todo ello con el involucramiento y conocimiento de todo el pelotón”. 

En los próximos días se dará a conocer la acusación contra el coronel Mejía, quien se convertiría en el primer comandante en responder por los delitos de los falsos positivos ante la justicia; sin embargo, su última carta podría ser aceptar responsabilidad antes de que se emita sentencia.