Por: María Andrea Suárez • Colombia.com

Ejército denuncia que soldados fueron secuestrados en base de Tibú

Los hechos se registraron en la Vereda Los Cuervos, en zona rural de Tibú, donde al menos 300 cocaleros arrinconaron a los soldados para impedir que desarrollaran sus labores.

Asonada contra el Ejército en Tibú. Foto: Twitter @Ejercito_Col
Asonada contra el Ejército en Tibú. Foto: Twitter @Ejercito_Col

Los hechos se registraron en la Vereda Los Cuervos, en zona rural de Tibú, donde al menos 300 cocaleros arrinconaron a los soldados para impedir que desarrollaran sus labores.

Un grupo de militares fue retenido por campesinos cocaleros que se oponen a la erradicación de cultivos ilícitos en Tibú, Norte de Santander. Fuentes del Ejército confirmaron que se trata de un grupo significativo de uniformados, que fueron abordados por la comunidad. 

Los hechos se registraron en la Vereda Los Cuervos, en zona rural de Tibú, donde al menos 300 cocaleros arrinconaron a los soldados para impedir que desarrollaran sus labores. De acuerdo con estas fuentes, la comunidad los amenazó con palos, machetes y armas blancas. 

Según información preliminar, los campesinos obligaron a los militares a caminar hasta la base de Caño Indio, en Tibú en donde les han impedido su movilidad. Los hechos se presentaron en dos eventos diferentes. 

El segundo caso se presentó en el sector de Las Palmas, donde un grupo de al menos 150 personas también obligó a militares y policías a movilizarse hasta la misma base y a quedarse dentro de la misma. Los militares no se enfrentaron a la comunidad pese a la situación de orden público. 

El comandante de la Segunda División del Ejército, general Omar Sepúlveda, dijo que estas personas “están incurriendo en los delitos de asonada, perturbación de actos oficiales, secuestro y violencia contra servidor público. Todo esto saboteando el cumplimiento de la misión de los soldados”. 

El militar señaló que, detrás de dichas acciones, estarían “bandidos del grupo terrorista Farc y, especialmente, del Eln que mantienen coaccionando a estas comunidades cocaleras” y agregó que los soldados han respetados los derechos humanos y no han usado sus armas contra la comunidad.

Cabe recordar que está no es la primera vez que se presenta una asonada para impedir el desarrollo de las labores de la Fuerza Pública. El caso más reciente se registró en el Valle del Cauca, cuando se adelantaban trabajos de control militar en el área rural de Jamundí.  

“Integrantes de la comunidad, mediante un intento de asonada, de forma agresiva contra la fuerza pública atentaron contra su integridad, oponiéndose al cumplimiento del procedimiento legal que allí se realiza (presencia institucional). Ante esto, y para evitar cualquier tipo de confrontación con la población y salvaguardar los derechos humanos, las unidades se retiran del sector”, informó el Ejército. 

La institución agregó, en ese entonces, que “esta no es la primera vez que se obstruye y detienen las acciones de las autoridades en ese sector, donde constantemente algunas personas buscan evitar el actuar legal de las instituciones. Se insta a la comunidad a no obstruir las operaciones militares ni agredir a los uniformados, ya que esto puede ser constitutivo de tipos penales, como los consagrados en los artículos 226, 429 y 469, del Código Penal Colombiano”.