[Opinión] La derrota de la Alcaldía de Bogotá contra el feminismo extremo

“Llegó 'Peatona', la nueva integrante de los semáforos inteligentes de Bogotá”, es el título con el que la Alcaldía de Bogotá sorprendió a todos los habitantes de esta ciudad, pues, según el secretario de Movilidad, Juan Pablo Bocarejo, desde ahora este término será el nuevo acompañante de los caminantes en Bogotá.

“Queremos que la peatona sea una marca de Bogotá y un símbolo de inclusión”, es una de las frases con las que Bocarejo explicó esta idea, y con el que, personalmente, refuerza la polémica generada por el término inclusividad, en este caso en Bogotá.

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¿Todes?

Cabe señalar que en 2017 se intentó “proteger” los derechos de las mujeres por medio de proyectos como cambiar toda la publicidad de la ciudad por letreros que, en lugar de decir “Bogotá, mejor para todos”, dijera: “Bogotá, mejor para todos y todas”.

Aunque en principio los grupos extremistas del progresismo habían logrado tirunfar, afortunadamente el Tribunal Contencioso Administrativo de Cundinamarca, tumbó el fallo dado por un juez administrativo, el cual obligaba a que la Alcaldía cambiara el eslogan de toda la publicidad que había en la ciudad.

“El gobierno Distrital no utiliza un lenguaje incluyente en sus documentos oficiales y sus políticas no incluyen a la mujer”, dijo en ese momento el juez.

Por mi parte apoyo lo que dijo el secretario de Seguridad, Daniel Mejía: “Acá la protección de las mujeres no se da con lenguaje y semántica, esto no es un tema de retórica, es de hechos”. ¿Qué cambio hubiese tenido este cambio en la realidad física y emocional que hoy afecta a las mujeres?

La mujer y TransMilenio

Sin embargo, hay que recordar también el polémico proyecto que se pasó en el Concejo de Bogotá, con el que se pretendía legalizar el uso exclusivo de las sillas rojas de TransMilenio para las mujeres. “Es una premisa que ya hizo carrera en el Concejo de Bogotá y en la gente que apoya este proyecto, más mujeres sentadas, más mujeres protegidas en TransMilenio”, dijo el cabildante Marco Fidel Ramírez.

Por supuesto esta iniciativa además de causar escollo entre los hombres que hacen uso del sistema transporte más importante de la ciudad, generó inconformismo en las mismas mujeres, quienes veían en esta propuesta una nueva forma de denigración hacia su género, pues se cuestionó si la forma de acabar con el acoso era sentar a todas las mujeres, en vez de contrarrestar de forma legal a los hombres que cometen estos actos.

No se pudo

Ahora bien, cuando todos pensábamos que en la capital no se podía notar más la estúpida idea de que el respeto se genera desde banales intentos por visibilizar a la mujer, llega la ‘Peatona’. Tristemente nos encontramos con que, tras dos triunfos en contra del feminismo extremo, la Alcaldía de Bogotá terminó cayendo en su juego, con una iniciativa que simplemente se enfoca en colocarle una falda a la imagen que aparecía en los semáforos peatonales en Bogotá.

Apoyo el feminismo y la igualdad, pero no la forma en la que quieren implementar una idea que, poco a poco, minimiza más a la mujer. Tanta visibilización refuerza un pensamiento machista en el que se cree que la mujer depende del hombre para poder reflejarse como fuerte e igual ante el mundo. Señores, el camino no es cambiar de ropa la figura que aparece en los semáforos, tampoco poner una palabra más en el eslogan de la ciudad, ni mucho menos crear espacios públicos en el que, valga la redundancia, el único público sean ellas. Así no se construye la sociedad. Eso no es lo que verdaderamente significa ser “igual”.