Por: Alejandro Poveda • Colombia.com

Opinión: Si Jaime Garzón estuviera vivo en el 2020

Claudia López, Iván Duque y Álvaro Uribe estarían buscando excusas para no ser víctimas de sus comentarios.

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Se cumplen 21 años sin Jaime Garzón. Foto: Twitter @infopresidencia/@historia_bogota
Se cumplen 21 años sin Jaime Garzón. Foto: Twitter @infopresidencia/@historia_bogota

Claudia López, Iván Duque y Álvaro Uribe estarían buscando excusas para no ser víctimas de sus comentarios.

Las ideas y opiniones expresadas en esta publicación son las del autor y no necesariamente reflejan la opinión ni posición de Colombia.com

Si aquella madrugada del 13 de agosto de 1999 Jaime Garzón hubiera llegado sano y salvo a Radionet, hoy el país estaría tal cual como está ahora, pero con un motivo más para sonreir.

Álvaro Uribe, Juan Manuel Santos e Iván Duque habrían cumplido los papeles que hasta la fecha han desempeñado, pero con una inquietante voz de la consciencia que con mímicas y pantomimas no los dejaría dormir. Si Jaime Garzón viviera estaría ‘echando madres’ porque hubiera jugado el número de preso de Uribe, pero con otra lotería, “Se me fue por un pelo de Moure” gritaría a sus amigos mostrando el papel mil veces arrugado del número perdedor.

Eso sí, tendría su canal en Youtube, y haría challenges pendejos con otros influencers. Compararía sus crespos con los de AquinoTicias y mostraría en transmisión en vivo quién tiene los dientes más feos, si él o Wally Opina. Estaría emberracadisimo con Iván Duque porque de tanto que ha engordado no hay disfraz que aguante ocho días sin que le tenga que aumentar dos tallas, y hasta le pediría que por salud renuncie; la obesidad en un cargo como la presidencia es un tema serio y mucho más en tiempos de coronavirus.

“Presidente, usted tiene que dirigirse al país, no digerirse al país. Que hay otros colombianos con más necesidad, respete el producto interno, bruto.”

Estaría apoyando a Uribe para que solucione sus temas con la Corte Suprema, ”Tan huevón cómo se va a dejar agarrar por esa pendejada, de tantas otras cagadas que ha cometido ¿será que esto también lo están escuchando esos talporcuales?”. 

También estaría corriendo de lado a lado, haciendo campañas en redes para buscarle un nuevo tutor a Duque: “Sumerced tan incapaz ¿no será que se me ahoga dormido?”

Aunque eso sí, estaría tranquilo porque al igual que muchos, sabría que a Uribe el fuego no lo quema, solo le da calor. Si no le pasó nada cuando aquella foto ‘traviesona’ se le fue en el Twitter, mucho menos ahora con esa presión tan berraca, sobre la Corte Suprema “¿Plomo es lo que viene, plomo es lo que hay?”, diría Garzón con los ojos saltones frente a la cámara.

Ya habría sido mil veces vaciado por Claudia López por impertinente y por ‘machista’, luego de que Garzón, por la mera anécdota, le hubiera echado los perros a Angélica Lozano en sus narices. Mientras Lozano se guardaría los madrazos tan dulces que sabe decir por no quedar mal ante la cámara. “Angélica ¿Será que con este hijuetantas sí se puede hacer alguito?”, le diría picándole el ojo.

No desaprovecharía la oportunidad de vez en vez para llamar al nobel de Paz, Juan Manuel Santos para mamarle gallo por el premio. “Oiga, usted si se ganó ese premio dentro de un paquete de papas ¿Cuál paz si aquí están repartiendo plomo como si fuera gel antibacterial”, mientras Santos, con su risa tontarrona, le echaría la culpa al actual Gobierno de la inseguridad y de los incumplimientos que se volvieron ley desde la misma firma del acuerdo.

Muy seguramente, y contrario al cariño que hoy los colombianos le tienen, ya sería ‘periódico de ayer’ y sería duramente criticado por otros colegas. Los bufones no son queridos para siempre y menos en un país en el que defender la paz y la justicia social es ser un guerrillero de poca monta.