Pablo Escobar casi no puede entrar al Congreso de la República por no llevar corbata

La revocatoria de la candidatura de Santander Lopesierra, conocido como ´el hombre Marlboro´ decidida por el Consejo Nacional Electoral, podría sentar un precedente en la aplicación de la Constitución Nacional, que uno de sus artículos prohíbe que condenados por narcotráfico en Colombia o en el exterior aspiren a cargos de elección popular.

El ´hombre Marlboro´ es uno de los personajes más populares en su natal Maicao, y aunque parecía contar con todo el apoyo de la población, su sueño de ser alcalde de este tradicional centro de comercio informal con Venezuela parece que se esfumará por haber pagado una condena por narcotráfico en los Estados Unidos entre los años 2002 y 2019.

El narcotráfico y la política han tenido en Colombia una estrecha relación y uno de sus primeros exponentes, y quizás el más reconocido, aunque las generaciones actuales no tengan en cuenta ese dato, es Pablo Escobar Gaviria uno de los capos de la mafia más temidos y famosos de la historia.

Pablo Escobar llegó al Congreso de la República como suplente del representante a la Cámara por Antioquia, Jairo Ortega, y luego ocupó escaño, pero su rápida llegada a la política se originó por su actividad como benefactor social, una jugada para ganarse el favor popular, disfrazar sus astronómicas ganancias con el negocio ilícito del tráfico de drogas, y también porque tenía un sueño, quería ser presidente de Colombia y tenía que empezar a involucrarse en la política en serio.

Escobar tan rápido como llegó al Congreso, también se fue, debido a que el ministro de Justicia Rodrigo Lara Bonilla y Luis Carlos Galán Sarmiento lo desenmascararon como narcotraficante en el propio recinto legislativo, lo que hizo que el capo no se asomara más por el Congreso.

La corbata más cara de la historia

Pablo Escobar Gaviria protagonizó uno de los hechos más simpáticos de la historia del Congreso de la República, porque en 1983 existía la prohibición para ingresar al recinto a todo aquel que no llevara corbata, algo que casi ningún legislador tenía problema en cumplir, pero un día de sesión, el representante Pablo Escobar llegó sin esta prenda.

Uno de los vigilantes del recinto se percató de la situación y le prestó su corbata al antioqueño, pero finalizada la jornada legislativa se llevaría una de las mejores sorpresas de su vida, porque Pablo Escobar Gaviria le regresó su corbata con 300 mil pesos como pago por su favor, lo que a la fecha venían siendo algo así como 26 millones de pesos.

La generosidad de Escobar Gaviria con todo aquel que le servía era muy amplia, y por más legislador, ninguno de estos tenía tanta plata entre los bolsillos, por eso algunos se la ´olían´, mientras que muchos conocían muy bien los pasos del nuevo compañero legislador.