La Sargento secuestrada por ELN fue dejada en libertad junto a sus hijos

En horas de la tarde de este viernes 7 de julio, se dio a conocer que el frente de guerra oriental del ELN ha dejado en libertad a Ghislaine Karina Ramírez, sargento de la División Octava del Ejército Nacional, junto a sus dos hijos, de seis y ocho años. 

De acuerdo a la información compartida hasta el momento, la suboficial y su familia fueron entregados a una comisión de la Iglesia Católica y la Defensoría del Pueblo, en un punto que no ha sido precisado.  

En la fotografía que ya circula en redes sociales, se puede ver a la uniformada y a los dos menores de edad sosteniendo una bandera de la Defensoría del Pueblo, junto a algunos funcionarios de esta entidad, mientras en la parte de tras se encuentran algunos integrantes del ELN.

De momento, el Ministerio de Defensa solo se ha pronunciado para condenar los hechos y recordar su compromiso con la política de ‘Paz Total.

“Condenamos estos hechos que violan los Derechos Humanos; nuestro compromiso es indeclinable en la protección de los colombianos y la búsqueda de la Paz Total”.

Se espera que las próximas horas las autoridades se pronuncien sobre este acontecimiento, y den detalles sobre la liberación de la sargento Ramírez.

Un secuestro que puso en duda el acuerdo de paz

La guerrilla del Ejército de Liberación Nacional secuestró a la sargento del Ejército y a sus dos hijos, uno de ellos con condición autista, el pasado lunes 3 de julio, mientras viajaban por una carretera del departamento de Arauca, fronterizo con Venezuela, informó el Comando de la Fuerza de Tarea Quirón del Ejército.

Tras darse a conocer lo sucedido, el ministro de Defensa Nacional, Iván Velásquez, se pronunció asegurando no comprender la razón por la cual el Eln no cumple con su palabra y continúa realizando secuestros, y enfatizó que este grupo debe dar claras muestras de querer la paz, si desea continuar sus negociaciones con el Gobierno.

De igual manera el funcionario ha provocado una enorme polémica al poner sobre los hombros de la uniformada la responsabilidad del secuestro al asegurar que fue una imprudencia de su parte transportarse por tierra en una región golpeada por la violencia. 

“Ella sola, con sus hijos, en su vehículo, conduciendo, desplazándose, en una zona en la que, en todo caso, se sabe de la presencia del Ejército de Liberación Nacional, ese es un acto de imprudencia”, comento Velásquez.