Alarmante situación en TransMilenio hace que peligre su continuidad

El sistema de transporte masivo TransMilenio, se encuentra en una difícil situación financiera que amenaza con detener su operación a partir del mes de agosto. Existen varios factores, como las secuelas económicas de la pandemia, la evasión de pago por parte de los usuarios y la disminución en el número de pasajeros, han llevado a TransMilenio a enfrentar números rojos y a buscar soluciones para garantizar su continuidad.

Uno de los principales desafíos que ha enfrentado TransMilenio es el impacto económico derivado de la pandemia de COVID-19. Las restricciones y medidas de distanciamiento social han llevado a una disminución en el número de pasajeros, lo cual ha afectado significativamente los ingresos del sistema. Además, muchas personas han optado por utilizar otros medios de transporte, como bicicletas o patinetas eléctricas, lo que ha provocado una reducción aún mayor en la demanda de TransMilenio.

Otro factor que ha contribuido a la situación financiera adversa de TransMilenio es la evasión de pago por parte de algunos usuarios. A pesar de los esfuerzos para combatir este problema, el sistema ha experimentado pérdidas significativas debido a la falta de cumplimiento en el pago de los pasajes. Esto ha generado un déficit en los ingresos necesarios para cubrir los gastos operativos del sistema.

En busca de soluciones, una posibilidad planteada es que el Estado realice una inyección de capital para garantizar la continuidad de TransMilenio. Sin embargo, esta opción no parece ser tan viable debido a la limitación de recursos por parte del gobierno. Se ha previsto destinar únicamente $300.000 millones de pesos para los sistemas de transporte a nivel nacional, una cifra insuficiente para satisfacer las necesidades financieras de TransMilenio, que requiere aproximadamente un billón de pesos para su correcto funcionamiento.

Ante esta problemática, Jorge Iván González, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP), ha planteado la necesidad de que los municipios, tanto grandes como medianos, aumenten las tarifas de TransMilenio para asegurar su operación. 

“La Nación tiene que coayudar a financiar la operación de los sistemas de transporte masivo, pero les exigimos a todos los municipios —grandes y medianos— que mejoren las disponibilidades y las rentas derivadas de las dinámicas urbanas y del suelo. Ese es el gran potencial fiscal del país” dijo Jorge Iván González.
 
Es importante destacar que Bogotá no es la única ciudad que enfrenta dificultades financieras en sus sistemas de transporte. Otras ciudades colombianas como Barranquilla, Pereira, Cali, Bucaramanga, Medellín y Cartagena también presentan serias dificultades en la financiación de sus operaciones de transporte público.