¿Pago solidario o estrategia encubierta? Benedetti no logra aclarar su rol en Fonade
Akerman insiste: los audios confirman pagos irregulares y temores que podrían comprometer al ministro Benedetti en la Corte.

Akerman insiste: los audios confirman pagos irregulares y temores que podrían comprometer al ministro Benedetti en la Corte.
Las tensiones en torno al ministro del Interior, Armando Benedetti, escalan con fuerza tras una nueva columna del periodista Yohir Akerman, en la que se reafirma en sus denuncias sobre la presunta participación del funcionario en un entramado de pagos irregulares y posibles intentos de obstrucción a la justicia en el caso Fonade.
En el centro de la controversia está el pago de 22 millones de pesos al abogado Carlos Andrés Bernal, quien habría representado a Elsy Mireya Pinzón, exsecretaria privada de Benedetti y una pieza clave en la investigación por presunto tráfico de influencias en el Fondo Nacional de Desarrollo.
Según Akerman, el abogado confirmó que recibió el dinero en efectivo y que fue contactado directamente por personal de Benedetti antes de la posesión del actual gobierno.
La columna, titulada La justicia no da factura, incluye audios que comprometen directamente al ministro. En ellos, Bernal revela cómo acordó el pago por su defensa a Pinzón, en dos procesos judiciales, y cómo este se concretó parcialmente sin documentación formal.
Aunque Benedetti ha negado cualquier intención de soborno, su versión ha variado en los últimos días, pasando de negar los hechos a decir que “solo estaba ayudando”.
“Cada vez que aclara, oscurece”, escribe Akerman, quien afirma que el caso trasciende lo jurídico y toca fibras profundas del funcionamiento institucional. La gravedad aumenta por la relación que Pinzón pudo haber tenido con contratos direccionados en Fonade y los vínculos del ministro con exsenadores condenados por corrupción como Musa Besaile y Bernardo Elías.
En su defensa, Benedetti arremetió en redes sociales contra el periodista: “Akerman ha dedicado tres columnas a decir mentiras. Ahora acepta que era un pago de honorarios y no un soborno”.
El mensaje, sin embargo, no aborda de fondo las preguntas clave: ¿por qué se pagó en efectivo? ¿Por qué el abogado teme represalias? ¿Y por qué no se completó el pago?. Por ahora estas incógnitas siguen siendo tema de investigación.
La trama, marcada por contradicciones, audios filtrados y declaraciones bajo presión, vuelve a poner a Benedetti en el ojo del huracán. El escándalo no solo cuestiona su ética personal, sino que pone en duda la transparencia con la que se manejan las relaciones entre funcionarios y la justicia en Colombia.