Confundió sus síntomas con la menopausia precoz y descubrió que padecía una grave enfermedad

La menopausia es una etapa natural en la vida de las mujeres. Este proceso, marca el final del ciclo menstrual y la capacidad reproductiva. Durante esta etapa, los ovarios dejan de producir las hormonas responsables de la ovulación y la menstruación provocando la amenorrea permanente. 

Las mujeres suelen llegar a la menopausia entre los 45 y 55 años de edad; no obstante, algunas mujeres pueden desarrollarla de forma prematura. Cuando llega de forma temprana, sus síntomas se pueden confundir fácilmente, pero también pueden camuflar algunas enfermedades graves. 

Este fue el caso de Jessica Warrington, una mujer norteamericana de 31 años que comenzó a padecer síntomas como confusión mental, cambios de humor, dolores de cabeza, dolor de espalda y agotamiento, propios de la menopausia temprana.

La joven acudió al médico y los especialistas la diagnosticaron con esta condición; sin embargo, al cabo de un tiempo y nuevas revisiones médicas descubrió que en realidad tenía cáncer de tiroides. 

Lo más extraño del caso es que su madre también fue diagnosticada erróneamente. La mujer acudió al médico y le dijeron que tenía asma, pues sentía un insoportable dolor en el cuello y dificultades para respirar; sin embargo, al cabo de unos meses también fue diagnosticada con cáncer de tiroides.

Por fortuna, en ambos casos el cáncer fue diagnosticado en sus primeras etapas. Tras una cirugía de cuello para eliminar los tumores, las dos mujeres pudieron librarse de la enfermedad. 

“Es horrible recibir esta noticia devastadora y luego escuchar que tu madre también la tiene. Hubiera preferido tener todo el cáncer y lidiar con él solo. Mi madre es mi mejor amiga, ella lo es todo para mí. Al pasar por esto juntas, nos apoyamos mutuamente ahora más que nunca", comentó Jessica en entrevista para el medio 'The Sun'. 

Tras este episodio, las mujeres han decidido compartir su experiencia con el mundo para concientizar sobre el cáncer de tiroides en edades tempranas y los síntomas que podrían pasar desapercibidos. “Al cáncer no le importa la edad ni quién eres. Si te sientes mal y conoces tu cuerpo, y algo anda mal, presiona para que te escuchen", señaló.