Insomnio: dos hábitos alimenticios que ayudan a combatir los problemas de sueño, según estudio
El insomnio y la falta de sueño pueden provocar múltiples problemas de salud.

El insomnio y la falta de sueño pueden provocar múltiples problemas de salud.
Dormir representa una necesidad fundamental para el ser humano, y aunque los requerimientos individuales varían, determinar la cantidad adecuada de horas diarias de sueño para cada uno es prioridad, ya que la falta de descanso puede traer problemas a largo plazo.
Según datos recopilados en un estudio llevado a cabo por la Universidad de Navarra, entre un 10 % y un 15 % de la población adulta a nivel mundial sufre de insomnio crónico, mientras que un 25 % a 35 % ha experimentado episodios ocasionales o temporales de insomnio en situaciones estresantes, lo que puede desencadenar problemas subyacentes.
Expertos de Harvard indican que para los adultos, la cantidad de horas de sueño recomendada es de 7 a 9 horas diarias. Sin embargo, algunos adultos pueden necesitar más o menos tiempo de sueño para sentirse descansados.
Es importante tener en cuenta que la calidad del sueño también es un factor importante, y que dormir menos horas, pero con una buena calidad de sueño puede ser suficiente. Todo depende de las rutinas de vida que lleve cada persona.
Para lograr una buena calidad del sueño existen una serie de hábitos fundamentales, entre estos: la hora de dormir, la actividad física durante el día y una adecuada alimentación. Un estudio reciente publicado en la Revista de Investigación Médica reveló dos claves alimenticias para dormir mejor.
Según los investigadores, la alimentación y el sueño están más conectados de lo que parece, y hacer pequeños cambios en la dieta podría ayudar a mejorar la calidad del sueño y lograr un buen descanso.
La primera clave alimenticia para dormir mejor es aumentar la ingesta de proteínas, ya que ayudan a producir serotonina y melatonina, dos hormonas fundamentales para conciliar el sueño. Se recomienda consumir alimentos como pollo, pescado, huevos, legumbres y frutos secos.
La segunda clave es aumentar el consumo de fibra, ya que permite mantener estables los niveles de azúcar en la sangre y reduce la inflamación, lo que mejora la calidad del sueño considerablemente.
Los especialistas llegaron a estos resultados utilizando dos aplicaciones: "ASKEN", que lleva un registro de los alimentos y "Pokémon Sleep", que mide la calidad del sueño. En concreto, se analizaron los hábitos de 4.825 usuarios.