Joven de 26 años descubrió que tenia devastadora enfermedad mientras intentaba aliviar sus dolores con yoga
La joven de solo 26 años de edad practicante de pilates y yoga, jamás se imaginó lo que le sucedía a su salud.
La joven de solo 26 años de edad practicante de pilates y yoga, jamás se imaginó lo que le sucedía a su salud.
Una noticia que le está dando la vuelta al mundo es el extraño caso de Alex Macgillivray, una joven de 26 años originaria de Gales que comenzó a ignorar varios de sus síntomas creyendo que eran molestias musculares para terminar con un diagnóstico devastador.
La joven atleta y practicante de pilates y yoga, Alex, comenzó a tener síntomas muy leves como molestia en la espalda y caderas más rígidas, que atribuyó a una mala postura en el yoga e incluso a malas posturas en su vida diaria, algo común por los movimientos de yoga que incluso a veces le ayudaba a disminuir su dolor.
Pero aunque el dolor se iba por momentos era muy constante lo que la llevo al hospital a comenzar con una búsqueda mucho más compleja y es que aunque un dolor en la espalda es usual por los estiramientos y golpes que pueden tener en actividades como el pilates o el yoga, la realidad es que nunca llegan a durar tanto tiempo.
Además, Alex comenzó a tener otros síntomas como hinchazón en su abdomen y un cambio en sus hábitos intestinales, lo cual causó en ella más preocupación, ya que se sumaba a los dolores que ya venía sintiendo tiempo atrás.
Los médicos le sugirieron que podría tratarse de síndrome del intestino irritable, pero Alex intuía que no era eso, que podía ser algo mucho peor y tras consultas en el Hospital Wrexham Maelor, donde le realizaron una serie de exámenes exhaustivos, que incluyeron tomografías, ecografías y análisis de sangre, encontraron su enfermedad.
“Era un dolor en la parte baja de la espalda, y luego, de repente, me aparecía un dolor punzante en la ingle inferior del lado derecho. Al principio, simplemente lo ignoré, no le di mucha importancia [...]. Todos me decían que podría ser síndrome del intestino irritable, pero yo dije: ‘No, es realmente extraño’”, dijo Alex.
El diagnóstico fue que Alex tenía dos tumores gigantes en el ovario, lamentablemente sus dolores no eran un simple mal movimiento, eran una señal de cáncer de ovario. “No podía creer lo que me estaban diciendo”, compartió la joven.
Aunque actualmente sigue en tratamiento, ha aprovechado para enviar varios mensajes en los que invita a las personas a no ignorar ninguno de sus síntomas por sencillos o leves que puedan parecer, pues podrían terminan en un devastador diagnóstico.