Priscilla: una película que muestra el infierno que significa ser el amor de un ídolo
En Priscilla, película de Sofía Coppola, la amada de Elvis Presley retrata el infierno que significa esa condición, una tragedia enmarcada en una jaula de oro.
En Priscilla, película de Sofía Coppola, la amada de Elvis Presley retrata el infierno que significa esa condición, una tragedia enmarcada en una jaula de oro.
Las grandes estrellas de la música, el cine y la televisión siempre han tenido amores tormentosos, muchos de ellos han influido en su desarrollo creativo convirtiéndose en musas, pero a otros han achacado la debacle de los ídolos.
Sofía Coppola es una directora de cine que ha sabido sortear las olas de la fama, pues nació signada por ser la hija de, nada más ni nada menos, que Francis Ford Coppola, participó en un papel importante en El Padrino 3 encarnando a la hija de Michael Corleone.
La hija del gran director italoamericano no se quedó como actriz, pero tampoco con el rótulo de hija de uno de los grandes de la pantalla grande, porque detrás de las cámaras se sintió cómoda y calladamente, inició a labrarse un nombre como directora y le dio brillo con un Oscar a mejor guion original en 2003 por Lost in Translation.
Coppola ha puesto las cámaras al hombro y ha tomado el toro por los cuernos en una historia que todavía produce cierto escozor en muchos fanáticos de Elvis Presley: su matrimonio y amor tóxico por Priscilla Ann Beaulieu Wagner, más conocida como Priscilla Presley.
Priscilla es la película de Sofia Coppola basada en las memorias que la propia Priscilla Presley escribió en 1985 tituladas Elvis and Me, en donde relataba su relación con el Rey del Rock and Roll.
En esta película, que se inicia en Alemania en 1959 cuando una niña de 14 años y el ídolo rocanrolero de 24, pero que hacía su servicio militar en aquel país se conocieron en una fiesta e iniciaron un noviazgo no consentido porque Priscilla era una niña y Elvis Presley era mayor que ella 10 años.
En Priscilla, Sofia Coppola no trata a Elvis Presley como un demonio, prefiere centrarse en lo que significa ser la esposa de un ídolo universal, de Elvis, el rey del Rock and Roll; una tragedia entre barrotes de oro y abuso de medicinas recetadas.
Priscilla ha sido catalogada como una producción bien cuidada con estética y con buen gusto, en donde la joven que tuvo que crecer siendo una reina dorada, pero cautiva, debe padecer las consecuencias de un amor tóxico e intoxicado al que le endilgan el final temprano de una de las más grandes estrellas musicales de la historia.