Detalles sobre la apertura de las salas de cine en Colombia

Muchas cosas de la vida normal antes de la pandemia extrañamos todos, y es el cine una de ellas. Disfrutar de una buena película con una buena compañía en una cómoda sala de cine, parece no ser algo posible a corto plazo.

Se encuentra el mundo tratando de reactivar su vida normal, pero dicha normalidad se encuentra a media marcha porque las características del virus del Covid-19 impiden el contacto cercano entre personas, entonces la asistencia a un teatro no solo es peligrosa, sino que no hace parte de los renglones económicos que retomarán actividad pronta en nuestro país.

En los Estados Unidos fueron reabiertas algunas salas en el mes de junio, pero la asistencia fue mínima, un desastre económico para las mismas y la explicación se debe a que el miedo al contagio es muy grande en un país que encabeza las listas afectación por el virus en el mundo.

Aunque las grandes cadenas exhibidoras y distribuidoras han aplazado la mayor parte de sus estrenos y algunas han optado por la vía online, la industria del cine está, como muchas otras, recibiendo el más duro golpe de su historia porque no se producen ni se exhiben películas.

Después de un exigente confinamiento en China, el país decidió retomar las actividades económicas y sociales en diferentes frentes, uno de ellos fue la reapertura de algunas salas de cine, pero esta acción no duró sino unos cuantos días porque un rebrote de coronavirus hizo que nuevamente se declarara una cuarentena.

En nuestro país se planea la implementación de autocinemas, pero son esfuerzos que mantienen viva la actividad, pero no le quitan el respirador artificial porque las pérdidas son descomunales después de casi 4 meses con las salas cerradas.

Existen planes y protocolos diseñados al mejor estilo de las aerolíneas y su reactivación, pero es importante tener en cuenta que las salas de cine están hechas para albergar el mayor número de espectadores, por lo tanto, limitar su cupo no es lo ideal desde el punto de vista económico, aunque ingresos son ingresos.

El asunto es lograr un balance sanitario y económico para lograr reabrir, pero sin el aval de los organismos gubernamentales y en pleno incremento del número de contagiados en Colombia, es prácticamente imposible que se logre en poco tiempo esa intención, mucho menos cuando no existe una vacuna contra el virus.

Por ahora, la gente del cine hace malabares para sobrevivir, mientras que los espectadores recurren a las plataformas, al internet, la televisión, y por supuesto, a la colección de devedés guardadas en algún rincón de la casa, porque por el momento no podemos decir: 3,2,1, ¡acción!