Helados Tony: Cómo esta pequeña empresa antioqueña se convirtió en el primer patrocinador de Rigo

La historia de Rigoberto Urán tiene completamente atrapada a la audiencia colombiana, y no es para menos: El llamado ‘Toro de Urrao’ es, además de uno de los ciclistas más importantes de los últimos tiempos, también uno de los más carismáticos. Esto lo ha convertido en un deportista querido por los fanáticos del ciclismo, a donde quiera que este vaya.

Su historia, que ahora se puede seguir a través del canal RCN, tiene de todos los géneros y, perfectamente, daría para una película. El antioqueño también lo creía así, razón por la cual autorizó al mencionado canal colombiano, para que produjera y presentara una ‘bioserie’ donde se trataran sus más importantes logros, pero también sus más fuertes tristezas.

Así, en esta ocasión hablaremos de cómo, aquella marca de helados, ahora icónica en el departamento antioqueño, llegó al primer jersey que vistió Rigo, en la historia de su exitosa carrera. De esta forma, habrá que devolver el reloj hasta la década de los años 70 en la que, un visionario empresario, atendía una pequeña panadería en el departamento en el que vario años después nació Rigo. Su nombre, Antonio Durango.

En medio de la necesidad de hacer crecer su negocio y viendo que en su pueblo ya competía con demasiadas panaderías, el ahora suegro del ciclista decidió traer una máquina para preparar conos de crema. El experimento fue un éxito rotundo, por lo que debió dedicarse a los helados y dejar a un costado la panadería.

Con el tiempo, el negocio creció, pero también lo hizo la delincuencia. Así, tal como se puede ver en la serie, don Antonio recibió amenazas, fue extorsionado y al final debió dejar su pueblo, dejando a su sobrino a cargo del negocio, que no paraba de crecer. Ya estando en Medellín, en los primeros años de la primera década del siglo XXI, la historia lo juntaría con Rigoberto Urán.

Y es que el empresario ya tenía experiencia apoyando el deporte antioqueño. De hecho, años atrás había patrocinado la Selección de fútbol de Urrao. Sin embargo, el corazón del padre de Michelle Durango vibraba con el deporte del pedal y las bielas, pues él mismo lo había practicado cuando era más joven.

Y entonces, ya mucho más maduro, el ahora empresario decidió apoyar a aquel ciclista que empezaba a volar en su caballito de acero, sin imaginarse siquiera que, con el tiempo, aquel jersey blanco, verde y azul y que contenía el logo de su empresa, quedaría inmortalizado, bajo el nombre de uno de los grandes del ciclismo de Colombia: Rigoberto Urán Urán.