¿Cuáles serán los retos del próximo presidente de los colombianos?

Haciendo un estudio general, presentamos los cuatro retos que debe asumir el próximo presidente de Colombia.  Los derechos humanos, la salud, los diálogos de paz y la pobreza.

Los derechos humanos

Sobre los derechos humanos y el desplazamiento, según el más reciente informe de la ONU, en Colombia el 12% de la población vive en condición de desplazamiento.

Investigaciones del Centro de Seguimiento del Desplazamiento Interno, que forma parte del CNR, hubo 156.918 nuevos casos de desplazamiento el año pasado en el país.

Este fenómeno empezó en 1960 y se calcula que el 12 % de la población nacional vive desplazada, las causas principales son los enfrentamientos armados entre grupos guerrilleros y fuerzas gubernamentales de seguridad, y las amenazas directas contra personas y comunidades.

Este es un punto importante que el próximo presidente debe asumir puesto que “Los derechos humanos deben constituir la base de toda plataforma política, sobre todo en el contexto de las conversaciones de paz en curso entre el gobierno  y las FARC  en La Habana”, menciona Erika Guevara Rosas, directora del Programa de Amnistía Internacional para América.

“Colombia debe enfrentarse a su pasado y su presente para poder avanzar hacia el futuro. Pedimos a los candidatos presidenciales que tengan presente esta verdad sencilla y esencial”, afirma.

La fuerte crisis de la salud

Dejar temas para última hora ha hecho que el tema de la salud sea una de las principales inconformidades en Colombia, pues con  el correr de los años, se hacen cada vez más evidentes las incidencias negativas en particular para la población vulnerable.

Desafortunadamente, con el actual sistema de salud es evidente que unos pierden y otros ganan.

Definitivamente la salud, es un punto crítico en la agenda del país. Será necesario asumir un sistema controlado y organizado en función de los pacientes, habilitar centros médicos y hospitales con personal capacitado y especialistas, para lograr un mejor acceso y cobertura del servicio en todo el territorio nacional. 

La crisis se deriva de un problema financiero, puesto que hoy son más de 42.560.540 de personas afiliadas al Sistema de Seguridad Social en Salud, de los cuales 22.423.745 personas están afiliadas al Régimen Subsidiado, esto equivale al 53%, mientras que sólo el 46% aporta al Régimen Contributivo. Es decir, son más los subsidiados que los cotizantes.

Se trata de un gran reto, el actual sistema de salud está en la cuerda floja. Las clínicas, hospitales y centros de salud no dan abasto, y al no contar con recursos, atienden a los pacientes en condiciones precarias.

El proceso de paz y el conflicto armado

Para las elecciones presidenciales del 2014, Colombia ha vivido una contienda electoral con un factor distintivo, pues el gobierno de Juan Manuel Santos le apostó a unos diálogos de paz con las FARC, lo que el país dejó de hablar desde la presidencia de Andrés Pastrana y el fallido proceso de paz con las FARC en el Caguán.

Estas elecciones están enmarcadas en un nuevo proceso que busca esa paz tan anhelada por los colombianos , puesto que los grandes cabecillas de las FARC y el gobierno actual se encuentran en la Habana (Cuba),  tratando un conflicto de más de 5 décadas, el cual ha cobrado miles de víctimas y deteriorado el avance de país en diferentes aspectos.

Es muy cierto que este diálogo de paz a mostrado avances significativos, “el desmantelamiento de la economía de la droga beneficiará a toda la región y permitirá a Colombia cosechar todas las ventajas de la paz y la seguridad", esto dice el más reciente comunicado de la Unión Europea ante el acuerdo entre el gobierno y las FARC en el tema de cultivos ilícitos.

Pero no solo el narcotráfico nos aqueja, al empezar este año, el Estado ha incluido en el registro nacional a más de 6 millones de víctimas. En su inmensa mayoría, se trata de víctimas de desplazamiento forzoso, las cuales suman casi 5,4 millones desde 1984.

Pocos conflictos armados en el mundo exhiben una cifra semejante, la cual, por aterradora que sea, apenas da una pálida idea de los centenares de miles de destinos individuales, familiares y de comunidades completas que han sido pasto de la moledora guerra en estos 50 años.

Esta cifras son videncia de que la guerra sigue haciendo estragos en no pocas zonas del país. Y, como lo constató la Corte Constitucional, los grupos sucesores de los paramilitares, o bandas criminales, pese a no ser reconocidos como actores del conflicto, generan desplazamiento y son fuente de homicidios, desapariciones, masacres y otras atrocidades.

La pobreza

El último reto es la pobreza, porque es la que evidencia la falla en los tres primeros retos.

La más reciente cifra entregada por el DANE registró que Colombia vive un 30.6% de pobreza, presentando una reducción de pobres de 820 mil personas, con respecto al año anterior.

Aún así observando detalladamente los resultados, Quibdó presentó las tasas más altas de pobreza y pobreza extrema con 49,9% y 17,5%. Riohacha la escoltó con tasas de 43,3% y 12,7%.

Un dato que preocupa es el de la desigualdad ya que no se redujo el año pasado. Este indicador, que se mide con el Coeficiente de Gini, no presentó ninguna variación a nivel nacional, y se mantuvo estable, del 2012 al 2013, en 0,539.

A medida que este coeficiente se acerque a cero se evidencia una mejora en las condiciones de desigualdad en la población.

"La ciudad con mayor desigualdad de ingresos fue Quibdó, con un coeficiente de Gini de 0,538, seguida por Montería con 0,525. La ciudad con menor desigualdad fue Bucaramanga, con un coeficiente de Gini de 0,437, seguida por Villavicencio (0,441)", aseguró el reporte del Dane.

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