Actriz de 'La casa de papel' habla de su experiencia con el COVID-19 y los extraños síntomas que padeció

La actriz española Itziar Ituño, reconocida por interpretar a la inspectora Raquel Murillo y luego a ‘Lisboa’ en exitosa serie 'La casa de papel' de Netflix, fue diagnosticada con COVID-1 el pasado 18 de marzo, una grave enfermedad que después de varios días logró superar.

La estrella contó cómo vivió esta amarga experiencia y reveló los extraños síntomas que sintió y que le hicieron pasar por un muy mal momento.

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"Esto no es una gripa, es mucho más peligroso. Hay que tener muchísimo cuidado", dijo en una publicación que compartió a través de su cuenta de Instagram en la que añadió: "No es por crear una alarma, pero es un asunto muy serio".

A pesar de que su caso fue "leve" como lo señaló vivió días difíciles junto a su pareja, quien también resultó infectado  y tuvo un proceso mucho más complicado, tuvo que permanecer ocho días en un hospital con "bastantes problemas en los pulmones", porque "a los hombres les da más duro", dijo en entrevista con el programa de radio argentino 'Por si las moscas'.

Ituño habló con detalle sobre todos los síntomas que empezó a padecer y el miedo que sintió por no tener explicación alguna ante esto.

“De la noche a la mañana no hueles ni saboreas absolutamente nada, y eso durante 15 días da muchísimo miedo. También dolores de cabeza, urticarias, cistitis, dolores musculares...”, agregó.

La definición de lo que es el coronavirus es algo raro de explicar dijo la estrella española resaltando que al parecer, su único objetivo es acabar con la vida de las personas con su lado más débil.

"No sé muy bien de dónde proviene este virus. Tienes la sensación de que es algo extraño y alienígena, porque da unos síntomas rarísimos; unas sensaciones muy raras, pero creo que la naturaleza tiene sus caminos para sacudirse las pulgas, que en este caso somos nosotros".

Lo definió como un "virus inteligente que se instala en tus células y te analiza a ver por dónde te va a pillar". Tras su experiencia, hizo un llamado para tomar la situación en serio y ser conscientes de la gravedad.

Además, confesó que siente que lo que está sucediendo es para detenernos un momento y darle un espacio de tranquilidad a la naturaleza.

“Va a ser la mejor primavera sin nosotros en la calle, la más verde, la más bonita, la que va a pertenecer a las plantas y a los animales, con el cielorraso sin aviones pasando... Esa también es la parte buena, no hay que mirarlo todo desde lo oscuro”, dijo.

Para finalizar, compartió lo que ha sido para ella esa experiencia de estar en casa y todo lo que ha aprendido de ello.

“Es una casa pequeña pero tengo un balcón que me da la vida. Hay un montón de gente que tenía cerca y que no la conocía. También se producen cosas maravillosas, como la solidaridad vecinal, o ese aire puro que ahora podemos respirar”.