La presentadora de Día a Día Catalina Gómez confiesa el momento en que entregó todo a la fe
La presentadora de Día a Día Catalina Gómez relató que cuando esperaba a su hijo afrontó un diagnóstico complejo en el embarazo.
La presentadora de Día a Día Catalina Gómez relató que cuando esperaba a su hijo afrontó un diagnóstico complejo en el embarazo.
Catalina Gómez es una de las más reconocidas presentadoras de la televisión colombiana, en varias ocasiones ha contado que su ilusión era estudiar medicina, pero su mamá la convenció de estudiar algo que fuera un poco menos tedioso, y no se equivocó porque con la comunicación social logró llegar al estrellato, formar una familia y mantener una vida sana.
Durante una entrevista, Catalina Gómez abrió un capítulo poco explorado de su vida: los días en los que esperaba el nacimiento de su hijo Cristóbal y “no reía, pero tampoco lloraba”, como ella misma lo describió.
Relató que recibió un diagnóstico complicado sobre el embarazo, con probabilidades negativas para que el bebé naciera bien. “La probabilidad era que no iba a nacer, porque la situación era muy complicada”, explicó.
Esa fase la vivió en una especie de limbo emocional, sin risas que liberaran ni lágrimas que dieran salida al miedo, simplemente un estado de espera y confianza sembrados por su fe en Dios.
La fe como sostén en el momento crítico
Según Catalina, un momento determinante fue cuando sintió a su madre mientras transitaba por un puente en Bogotá, su percepción fue que ella le quería decir que pusiera las cosas en manos de Dios y ahí tomó la decisión de entregar todo.
Ese acto de entrega vino acompañado de la convicción de que lo único asumible era confiar, pues lo demás escapa del control humano. La presentadora lo relató como una rendición consciente y asumir que no podía hacer más que esperar.
El episodio no solo habla del embarazo en sí sino de la vulnerabilidad que acompaña a la maternidad cuando se enfrenta a lo desconocido y lo incierto.
El aprendizaje tras la espera y el desenlace
Aunque el diagnóstico le presentaba un panorama en el que su hijo podría nacer con problemas genéticos y de corazón. Finalmente, el bebé nació sano, después de semanas de pruebas y angustia.
Ella señala que aquel silencio emocional donde no sentía ni tristeza ni podía sentir alegría plena, fue una manera de resistir, de mantenerse en pie y no caer en desesperación.
Hasta el momento sus dos hijos, fruto de su segundo matrimonio han crecido sanos y en un ambiente familiar, pues para ella la familia es lo primero en la vida y ver crecer a sus hijos es para la presentadora una de las mejores experiencias de su vida.