Patricia Silva aseguró que llegó a pensar en quitarse la vida por depresión
Patricia Silva ocultaba una gran tristeza en su interior.
Patricia Silva ocultaba una gran tristeza en su interior.
Aunque muchos creen que la vida en el humor es siempre feliz, muchas veces detrás de una sonrisa se esconde una gran soledad, este es el caso de Patricia Silva, quien estuvo regalando sonrisas mientras trabajó en Sábados felices durante un largo periodo de tiempo, sin embargo nadie sabía lo que realmente estaba viviendo.
Patricia Silva fue noticia hace algunas semanas cuando reveló que se habían logrado pensionar después de un largo tiempo por una gran demora en el fondo de pensiones, ahora que ha logrado su meta ella tuvo una entrevista con la revista Vea en donde contó algunos detalles de su vida personal y profesional.
Y es que aunque ella acepta que en ese momento tenía una gran vida, un buen carro, un buen contrato laboral, sin embargo una decepción amorosa le trajo una gran depresión, “Estaba en una época formidable con mi trabajo, llena de contratos, con mi billetera bien gordita, mi carro último modelo y muy bendecida en la parte laboral y económica, pero me separé y a pesar de que yo trabajaba y estaba en una de las mejores épocas de mi vida, me sentía triste, sola".
"Un día estrenando apartamento, me asomé por ese piso 11 y dije la solución a esa tristeza es quitarme la vida, lo llegué a pensar… Sentía que había algo que faltaba en mi vida… Era una tristeza infinita, una melancolía”, agregó la humorista. A su separación se sumó la distancia de su hijo, que se fue del país en busca de su propia vida, pero afortunadamente, después de un largo tiempo de oscuridad, Patricia logró encontrar la salida y pudo volver a ser feliz.
"Comencé a buscar a Dios, esa es la verdad y Él se me reveló. La gente es incrédula y no cuento tanto detalle, pero yo le dije a Dios: ´si existes mándame un buen hombre, que no beba, que no me maltrate, que sea un hombre que esté contigo´. Dios me respondió y a las dos semanas llegó mi esposo a mi vida”, aseguró.
"Él tenía que ir a un viaje y se demoraba quince días y me dijo que al regresar esperaba mi respuesta y cuando él volvió nos fuimos a vivir juntos”, recordó. Desde entonces han pasado 19 años y aunque reconoce que él no es un "angelito", sí destaca que "es un hombre respetuoso, temeroso de Dios, con él me acerqué más a lo espiritual”.