Margalida Castro: Un recuento de su paso por las clínicas psiquiátricas y la relación con sus hijas

El pasado 19 de diciembre de 2024, Colombia perdió a una de sus grandes figuras de la televisión, Margalida Castro, quien falleció a los 82 años tras ser diagnosticada recientemente con cáncer. La noticia fue confirmada por su mánager, Claudia Serrato, a través de redes sociales, donde expresó su tristeza y destacó el legado que la actriz dejó en el mundo del entretenimiento. 

Con más de seis décadas de trayectoria, Castro no solo brilló en la actuación, sino que también incursionó en la flauta, la arquitectura y la escritura, esta última basándose en una historia muy difícil de su vida.

Escribió los libros Camisa de Fuerza y Del Manicomio a la Luz, en donde se pudo desahogar sobre sus momentos más duros relacionados con su salud mental. En estas obras, la actriz relató sus experiencias en hospitales psiquiátricos, exponiendo el sufrimiento que vivió y haciendo un llamado a la importancia de cuidar la salud mental.

La vida de Margalida dio un giro drástico a los 27 años, cuando sufrió un accidente doméstico que le provocó un trauma craneal. Aunque fue sometida a una cirugía de emergencia, quedó con insomnio crónico, un trastorno que derivó en alucinaciones y la llevó a buscar tratamiento psiquiátrico, pero en una entrevista con El Tiempo, recordó cómo en los hospitales era sometida a prácticas dolorosas:

“Allí me amarraban de pies y manos, me ponían inyecciones de agua caliente en el estómago para que me calmara. Yo no podía ni llorar porque era peor. Me quedaba calladita, con las manos rotas, con lazos que rompen los tobillos”.

Debido a esto también se vio obligada a separarse de sus hijas y esto la lleno de culpa y tristeza, en una entrevista con La Red, confesó que, durante sus crisis, temía hacerles daño. "De pronto, las habría matado", admitió al recordar un episodio en el que creyó que podían volar y las puso en peligro.

"Una vez que yo la agarré a ella, a mis dos hijas y a la hijita de ella, que vivían acá en el apartamento en el piso 11, les dije: ‘Vamos volando a donde mi mamá'. Yo pensé que estábamos en el año 9.221 y podíamos volar. Mi mamá vivía en La Soledad", dijo y añadió que la tenían que hospitalizar porque "ya estaba fuera de mis cabales".