John Arias: Fluminense cayó goleado ante el Manchester City, en la final del Mundial de Clubes

No hubo milagro en el estadio del Rey Abdullah. Manchester City, exactamente como un rey, se paseó por el campo de juego con imponencia tal, que pareció una lucha entre un dios y un mortal. La escuadra dirigida por Pep Guardiola, que llegaba a este torneo como el flamante campeón de la Liga de Campeones de Europa, no tuvo ningún problema en deshacerse de un Fluminense que cometió todos los errores que no se podían permitir, en un juego de esta categoría.

Infortunadamente, el primer error cayó a los 30 segundos de iniciado el partido y el autor fue un veterano que, además, logró esta copa en 4 oportunidades, cuando vestía la casaca del Real Madrid. El brasilero intentó un cambio de frente que no le salió y se convirtió en pase preciso al neerlandés Nathan Aké, quien avanzó contra la portería de Fábio y disparó, clavando así el primero del partido.

Como si no fuera suficiente, Nino, al 27 marcó en propia puerta y ayudó a que el rival, antes de la primera media hora de juego, ya respirara con tranquilidad, con dos goles de ventaja. Adelante, no aparecían ni Cano, ni Ganso, ni Keno. El único que intentaba no perder el ritmo, luchando como un gladiador en la banda derecha, era John Arias, al final el mejor jugador -de lejos- de la escuadra brasilera.

El colombiano, con la camiseta 21, tuvo una precisión del 91% en sus pases y generó una ocasión de gol para su equipo. Tocó 55 veces el balón y ganó en la única ocasión que fue al piso por la pelota. Jugó los 90 minutos y cada vez que tocó el balón, parecía que podía pasar algo más, a favor del carioca.

Al final, con el dos a cero en contra terminó la primera parte y, rápidamente, comenzó la segunda. El partido parecía un poco más parejo, con un Fluminense que se acercaba con cierto peligro a la portería de Ederson. Sin embargo nunca tuvo el poder de llevar ese dominio al marcador, lo que sí hizo Phil Foden sobre los 72 minutos.

Ya sobre el cierre del encuentro, con un Fluminense entregado y con poco más qué ofrecer, Julián Álvarez cerró una noche mágica, poniendo el 4 cero final y cerrando la persiana de la final del mundial, que en la previa parecía un poco más pareja de lo que fue. La gran noticia, al menos en lo que respecta a John Arias, fue el Balón de Bronce del torneo, que lo destacó como el mejor de su equipo en la Copa.