Emiliano Martínez hizo su show en la tanda de penaltis ante Ecuador

El ´dibu´ Martínez es considerado un héroe en Argentina, pero no es muy querido en el exterior debido a que suele tener gestos ofensivos con sus rivales, lo cual quedó comprobado en la final de la Copa Mundo de 2022 en Catar, lo que motivó a la FIFA a ser estricta con lo que hacen los arqueros en las definiciones por penaltis.

El máximo ente del fútbol mundial prohibió a los arqueros decir cosas a sus contrarios y realizar movimientos exagerados cuando esperan a que se patee el penalti, y aunque Emiliano Martínez, acató las normas, su ´bailecito´ después de cada lanzamiento atajado enfureció a sus rivales y al público ecuatoriano, que veía impotente cómo su selección tuvo el pase a semifinales y lo dejó escapar.

El portero del Aston Villa de la Premier League suele ser provocador, pero en las tandas de penaltis se ha vuelto un experto gracias a su capacidad para atajar los disparos, pero también para desconcentrar a los pateadores, pues su sola presencia, mirada y gestos, parecen generar incomodidad en los cobradores.

El dibu lo volvió a hacer y se salió con la suya en la definición por penaltis en la ronda de cuartos de final entre Argentina y Ecuador que terminó empatada a un gol en el tiempo reglamentario, y en la ronda de lanzamientos de penaltis, la escuadra gaucha sabe que cuenta con una ventaja sobre sus rivales porque en esta instancia su portero se crece.

Emiliano Martínez había patentado su baile en el que los hombros eran protagonistas con un curioso movimiento, casi caricaturesco, pero frente a Ecuador decidió mostrar uno nuevo en el que las caderas tenían todo el peso de la cadencia, lo que emocionó a sus compañeros y a los aficionados argentinos, pero que sacó de casillas a los ecuatorianos.

Se repite hasta el cansancio que la ronda de pénales es una lotería, pero cada vez esto pierde vigencia porque arqueros antipénal como el ´dibu´ Martínez estudian y trabajan los lanzamientos con rigurosidad científica, de la misma forma como los cobradores intentan evitar que la presión los fuerce a cobrar equivocadamente.