Con Carrascal expulsado y Borré borrado, River cayó en casa ante Palmeiras

El fútbol es un deporte cuyos resultados se presentan de manera simple, gana el equipo que hace más goles y Palmeiras cumplió con esa ley en esta noche de martes en el estadio Libertadores de América, la cancha del Independiente de Avellaneda.

El partido de ida de una de las semifinales de la Copa Libertadores de América entre River Plate de Argentina y Palmeiras de Brasil no resultó como se esperaba por parte del equipo del río de la plata, campeón de este torneo en el año 2018 y subcampeón en el 2019.

El equipo de la banda cruzada, que empató a dos tantos en el superclásico del fútbol argentino frente a Boca Juniors, esperaba realizar el buen juego asociado que por momentos tuvo frente al equipo xeneixe el sábado pasado, Borré, Carrascal, el uruguayo De la Cruz y Matías Suárez figuraban como las cartas ofensivas para superar al verde brasilero, campeón de este torneo en el año 1999 derrotando al colombiano Deportivo Cali en definición desde el punto penal.

River arrancó el juego con mayor vocación ofensiva y se vio al colombiano Rafael Borré moviéndose en campo brasilero, incluso tuvo muy temprano una incursión en el área rematando de izquierda y la pelota lamiendo el horizontal.

La labor de creación en el medio campo se la repartían Matías Fernández y Jorge Carrascal, mostrándose el colombiano menos seguro que su par y un poco incómodo en el campo. 

Palmeiras por su parte empezó a realizar un fútbol práctico y organizado aprovechó la velocidad de sus delanteros y Ronielson Da Silva abrió la cuenta los 27 minutos en un error de Armani que rechazó una pelota con los pies cuando la podía atrapar con las manos, hizo el rechazo cerca y le quedó al brasilero que con fuerte remate y tras tocar a De la Cruz se fue al fondo.

River quiso sacudirse, pero no tenía claridad, varios de sus jugadores lucían desconocidos y Palmeiras con Patric manejaba con claridad el juego, a los 47 minutos Luiz Adriano marcó el segundo en una gran carrera definiendo a la salida del exguardavallas de Atlético Nacional.

Carrascal tuvo un par de destellos y parecía ganar confianza, tuvo un remate de cabeza que puso ser el primero de su equipo, pero se hizo expulsar irresponsablemente al propinarle una patada descalificadora a Gabriel Menino, una tarjeta roja sin discusión e infantil para un joven talento que tiene mucho por madurar, especialmente en el control de sus emociones.

Con un River desbocado por el empate, un Palmeiras organizado y tranquilo le puso el tercer gol a la cuenta con Matías Viña, el equipo de la banda se fue por un tanto para el honor, pero estuvo el onceno brasilero más cerca de la cuarta anotación.

Partido para el olvido para River Plate y redondo para Palmeiras que se va para Brasil con un resultado muy favorable para enfrentar el encuentro de vuelta, una noche en que a los argentinos no se les salió nada y a Palmeiras, todo.