Copa Sudamericana: nuevo acto de violencia por parte de los hinchas de la Universidad de Chile

El partido que se disputó en el estadio Nacional de Santiago, tuvo que ser jugado a puerta cerrada por los graves incidentes entre hinchas del cuadro chileno y los de Independiente en Avellaneda.

Los actos de violencia se presentaron en la previa del compromiso de ida de la semifinal de la Copa Sudamericana, entre Universidad de Chile y Lanús, ya que, en el desplazamiento de los argentinos al estadio, los hinchas locales los emboscaron.

La agresión se presentó solo dos horas antes del inicio del partido, y es que la ruta en que se desplazaba el bus que llevaba la plantilla de Lanús, no contó con seguridad y una escasa protección policial en un evento de la Sudamericana.

Los pocos integrantes de la policía, también se dio porque estaba establecido que el juego iba a desarrollarse sin público, esto ante la sanción que le habían impuesto a Universidad de Chile, por los lamentables hechos ocurridos el pasado 20 de agosto, en partido correspondiente a los octavos de final contra el Independiente de Avellaneda.

La información sobre el ataque fue divulgada por el futbolista argentino Eduardo ‘Toto’ Salvio, quien compartió imágenes en redes sociales acompañadas del mensaje: “Así nos reciben los hinchas locales. No cambiamos más, no mejoramos más. ¡Lamentable!”.

El mismo día en la mañana, el gobierno argentino informó sanciones contra unos cien seguidores de la Universidad de Chile, después de los disturbios sucedidos en Avellaneda, que incluyeron los altos niveles de violencia, la suspensión del partido y la posterior clasificación del cuadro chileno.

Todo lo sucedido produjo que la Conmebol determinara la responsabilidad a la falta de seguridad en el estadio Libertadores de América de Independiente, tras el cotejo por la Copa Sudamericana.

Antecedentes con altos niveles de violencia

De acuerdo al Ministerio del Interior argentino, los incidentes ocasionaron un ambiente de violencia que originó el enfrentamiento entre ambas parcialidades, resultando con algunos heridos de gravedad por parte de la U de Chile.

Los disturbios se habrían ocasionado por la disputa de unas banderas y pancartas, lo que resultó en el lanzamiento de objetos contundentes y el incendio de parte de las gradas.

Después de la evacuación de la tribuna en la que se encontraban los hinchas de la U de Chile, mientras que los de Independiente rompieron los cordones de seguridad y atacaron a los chilenos rezagados, uno de los cuales fue arrojado al vacío y sufrió graves heridas, además los otros fueron desnudados y golpeados salvajemente.