Liga BetPlay: Unión Magdalena anunció drástica medida para acabar con la violencia en Santa Marta

En medio de una de las crisis más profundas que ha vivido recientemente, Unión Magdalena ha decidido tomar una medida contundente que busca salvaguardar la integridad del espectáculo deportivo en su casa, el estadio Sierra Nevada.

Cansados de las reiteradas muestras de violencia por parte de un sector de sus propios aficionados, y siendo la gota que rebasó el vaso lo ocurrido ante Once Caldas, la dirigencia del equipo samario anunció que se reservará el derecho de admisión y, hasta nueva orden, no permitirá el ingreso de las denominadas barras organizadas a sus compromisos como local.

Este anuncio, que puede no ser bien recibido por todos, responde a una realidad innegable: las sanciones deportivas y económicas que ha sufrido el club por la conducta de algunos hinchas han agravado una situación deportiva ya de por sí delicada.

Últimos en la tabla y sin posibilidades de clasificar, el equipo ha pasado por dos entrenadores en este semestre, Jorge Luis Pinto y Alexis García, sin encontrar respuestas en la cancha. A esto se suman los incidentes violentos que, además de deteriorar la imagen del club, ponen en riesgo la continuidad del proyecto institucional.

El presidente del club, Alberto Mario Garzón, fue claro en su comunicado: "Queremos recuperar el estadio para la ciudadanía". Garzón también enfatizó que no se tolerará más la presencia de quienes generan caos, dañan las instalaciones y obligan al club a asumir las consecuencias de sus actos. Incluso, confirmó que ya se han interpuesto denuncias penales contra los responsables identificados.

Este nuevo episodio se da en el contexto de un reciente enfrentamiento entre Unión Magdalena y Once Caldas, donde la seguridad se vio comprometida. Tras la suspensión del partido por invasión de cancha, el técnico del Once Caldas, Hernán Darío Herrera, denunció haber sido agredido.

Sin embargo, el propio Garzón desacreditó esa versión en declaraciones al programa Punto Penal, asegurando que tras una investigación interna con videos y testimonios no se encontró evidencia de agresión. “Ni con el pétalo de una flor lo tocaron”, dijo el directivo, quien consideró que se trató de una estrategia para que el partido no se reanudara.

A pesar de lo impopular que puede parecer la decisión de cerrar las puertas a ciertos sectores, Unión Magdalena recuerda que el fútbol es un espectáculo privado y que garantizar la seguridad es una prioridad. Esta vez, la institución dice basta.